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Imagen: Carlincaturas (Carlos Tovar "Carlín")

Por: Ricardo Marapi Salas

La presentación del informe final de los peritos internacionales sobre el proyecto minero Conga, sin duda alguna ha creado un nuevo escenario político en este conflicto social que ha puesto en vilo al país desde hace unos meses. Las dinámicas del debate van a cambiar, las posiciones de los principales actores sociales ─cual tablero de ajedrez─ también se van a re-posicionar, y las características del mismo conflicto social también tienen muchas posibilidades de que tomen otros matices. Un conflicto que ha paralizado Cajamarca, donde miles de pobladores se oponen tenazmente a las pretensiones gubernamentales de declarar la viabilidad del polémico proyecto. Sin embargo la pregunta crucial es: ¿Cómo será este nuevo escenario socio-político? Es decir, ¿cuál es el nuevo compás musical de Conga y cómo se bailará de ahora hacia adelante?

La respuesta quizá se encuentre en definir si el informe técnico de los peritos internacionales realmente nos alejará del debate político y más bien nos enfocará principalmente en el debate técnico. Le haría bien a la salud del país un debate donde los principales técnicos y especialistas peruanos puedan desmenuzar, contrastar o validar el famoso peritaje internacional. Porque el informe ya está empezando a crear varias interrogantes sobre algunas de las conclusiones a las que llegaron los peritos europeos. Lo cual lleva a plantear que este informe no está resolviendo las dudas técnicas sobre Conga, en la forma rápida y expedita que seguramente deseaban las autoridades del gobierno.

Por ejemplo, las primeras lecturas del informe ya advierten que existen diversos y opuestos puntos de vista sobre el tema hidrológico, si se le empieza a comparar con los otros peritajes alternativos.  Una de las interrogantes es: ¿el área del proyecto Conga es una  “zona de alta vulnerabilidad” ─tal como lo decían algunos informes del gobierno regional─ o no lo es? El otro tema de debate se debería centrar en los acuíferos.  ¿Son realmente imprescindibles para el sistema hidrológico, o no lo son tanto?

Las mismas recomendaciones de mitigación planteadas por los peritos también van a ampliar el debate. Por ejemplo recomiendan construir más reservorios, y ampliar sus capacidades. El informe es claro: “…cualquier incremento de capacidad que fuera viable, técnica y económicamente, redundaría en una mejora importante de los caudales regulables”. Es el caso del reservorio Chailuagón y el reservorio Perol. Obviamente  debatir estas y otras recomendaciones, llevaría a una saludable prórroga en la implementación de Conga.

Pero, si el informe técnico de los peritos presenta varias recomendaciones para mejorar el aspecto hidrológico en el Estudio de Impacto Ambiental de Yanacocha, entonces ¿eso significa que Conga va? Muchos opinan que en la decisión sobre este polémico caso deberían pesar más las razones técnicas que las políticas. Sin embargo pisemos tierra: en nuestra realidad, y en especial en este caso, el peso político es extremadamente fuerte. No se puede soslayar.

A pesar de la importancia que tiene el debate técnico, creo que al final pesarán y serán decisivos los diferentes objetivos y agendas de los principales actores sociales y políticos que intervienen en el conflicto Conga. Dichos intereses van a pesar más que las razones técnicas, y lo más probable es que la decisión final sobre Conga ─si es viable o no─ pase por una decisión fuertemente política.

¿Cuáles son estos intereses? Es claro que la primera intención de las autoridades gubernamentales, al contratar a los peritos, ha sido buscar una legitimidad técnica del proyecto. Una legitimidad que les permita aminorar la intensidad del conflicto y derivar el diálogo desde las conflictivas calles hacia ámbitos institucionales. Podría decirse que lo han conseguido de manera relativa. Sin embargo, ¿el gobierno podrá convencer a las organizaciones sociales y a la misma población cajamarquina sobre las bondades del peritaje internacional? Para ello necesita una buena estrategia política y de comunicación, pero precisamente en este último aspecto, los funcionarios de gobierno han desnudado una torpeza que raya en lo cómico, luego de la muy criticada presentación del informe de los peritos. Una medida crucial es minimizar la participación del presidente del Consejo de Ministros, Óscar Valdés, personaje que ha demostrado la sutileza de un elefante en cristalería, y al cual se le acusa de  militarizar varias provincias de Cajamarca. Su presencia en cualquier mesa de diálogo sería sinónimo de fracaso.

También está la expectativa de ver como se re-posicionan las organizaciones sociales cajamarquinas y el propio gobierno regional, luego del fracaso de dictar una ordenanza contra la minería en cabeceras de cuenca, medida que finalmente fue anulada por el Tribunal Constitucional. ¿Continuarán con la consigna de “No a Conga” o entrarán al debate técnico? Si asumen lo primero, significaría que a nadie en Cajamarca le importa el resultado del peritaje.

Finalmente, un actor que hasta el momento no ha dicho “esta boca es mía”, es la controvertida empresa minera Yanacocha. ¿Aceptarán pasivamente todas las recomendaciones de los peritos? ¿Estarán de acuerdo en demorar por varios meses más la ejecución de Conga mientras se resuelven las dudas? ¿O tirarán la toalla para ahorrarse así los fuertes pasivos sociales de un conflicto que no tiene cuando acabar? Quédese en la sintonía, esto da para largo.

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Por Spacio Libre

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