Por: Francisco Pérez García
@franco_alsur
Con información de la Revista Poder
Comunicore no fue la única. Una investigación de la Oficina de Control Interno de la Municipalidad de Lima (dependiente de la Contraloría) y una denuncia penal del año 2014, de la Segunda Fiscalía Anticorrupción confirmaron que en el año 2010, la gestión de Luis Castañeda Lossio simuló una serie de procedimientos para favorecer con licitaciones a una empresa de informática sin cartera conocida hasta ese momento.
Según la investigación hecha por los periodistas Daniel Yovera y Jorge Weston (integrante de Spacio Libre) para la Revista Poder, la gestión de Castañeda le pagó a la empresa Azortán EIRL más de medio millón de soles, monto que forma parte de los casi 2 millones y medio de soles que la comuna solidaria licitó a empresas recién formadas que tuvieron con la Municipalidad contratos más jugosos que otras de mayor envergadura y cuyos beneficiados fueron en muchos casos amigos o militantes de Solidaridad Nacional, incluyendo un actual regidor.
Un dato importante del trabajo realizado por los auditores es que además de direccionar procesos, la municipalidad le pagó a Azortan por trabajos incumplidos. Aquí cabe señalar que en la administración pública, los servicios son pagados una vez que la dirección, gerencia u oficina correspondiente remite a la administración un informe de conformidad que consigna el cumplimiento del trabajo con la calidad respectiva y de acuerdo a los términos de referencia establecidos en la convocatoria.
Volviendo al tema de los irregulares contratos firmados por la gestión Castañeda, la revista Poder señala que una vez listos los informes de Control Interno, «se plantearon cargos por colusión y falsedad ideológica contra exfuncionarios ediles y contra el gerente de Azortán, Manuel Effio Bustamante y el caso pasó al Ministerio Público».
Pero Azortán solo fue la punta del iceberg de los contratos fantasma, que tendría en Comunicore a su «mejor» representante. Y es que en el 2010, meses antes de terminar la gestión solidaria, hubo empresas pequeñas que le vendieron de todo a la municipalidad, tal como señala la revista «la Muni» adquirió desde programas informáticos, hasta servicios de mantenimiento de locales, instalación de tuberías, compra de equipos de cómputo y tóners de
impresoras, cosa que no está mal en una entidad pública. El problema pasa cuando los auditores buscaron pruebas de la entrega de los productos y cumplimiento de servicios y no encontraron nada.
La suertuda Azortán
La empresa de Effio Bustamante, ubicada en San Martín de Porres le vendió al municipio equipos de cómputo por 646 mil soles pero luego pasó a vender programas informáticos, adjudicándose en el 2009 más de 245 mil soles, para luego pasar en el 2010 a vender bienes y servicios por un monto de 1 millón 815 mil 186 soles… una fortuna para una empresa pequeña.
Uno de los casos más «rochosos» es del servicio de desarrollo de mejoras en los módulos de Contabilidad y Tesorería del Sistema Administrativo Financiero Integrado Municipal, cuya fecha de ejecución fue entre el 01 de enero al 31 de diciembre de 2010, casi un año completo donde Azortán se llevó 107 mil soles SIN CUMPLIR EL SERVICIO.
Documentos a los que tuvo acceso Poder, demostraron que el valor referencial del proceso (es decir, cuanto costaría el servicio aproximadamente teniendo en cuenta el valor del mercado) se definió con proformas de empresas que «no tenían el rubro de servicios informáticos y que algunos documentos fueron firmados por funcionarios que no presentaban relación con el proceso. En las oficinas supuestamente usuarias del sistema ofrecido (subgerencias de Informática, Tesorería y Contabilidad) nadie dio razón del mismo a los auditores».
Y aquí algo bonito. Otro informe señala que uno de los responsables de este caso es el exsubgerente de Tesorería del Municipio, Ulises Merino Rojas, que es, tal como señala la revista «coincidentemente uno de los procesados por el caso Relima – Comunicore, tanto por los hechos de corrupción como por el lavado de dinero y quién trabajó directamente con el exgerente de Finanzas y procesado por el mismo escándalo, Juan Blest. Merino es militante activo de Solidaridad Nacional».
Un dato interesante también es que las oficinas que reiteradamente contrataron a Azortán fueron Tesorería, Planeamiento Financiero, Contabilidad e Informática. Las tres primeras dependen de la gerencia de Finanzas, que en esa época era manejada por Blest, hombre fuerte de las finanzas del municipio en la era Castañeda.
Las empresas con corazón amarillo
En el informe de la Revista Poder se encontrarán otros casos como el «mantenimiento» del Teatro Segura que nunca se dio, pero un aspecto importante del informe es el de las empresas que licitaron con la Municipalidad en el período de Castañeda y que curiosamente no tienen demasiada actividad en sus locales y que más coincidencia aún, tiene relación con solidarios.
La lista de empresas que empezaron a vender como locos durante la gestión de Castañeda sobre todo en el 2009 y 2010 cuando ya estaban de salida (y en medio de las operaciones de Comunicore) la encabezan Azortán y Limucha con 2 millones 860 mil y 1 millón 726 mil soles respectivamente.
Aparece en esa lista (ver cuadro adjunto) Distribuidora Maxyser con más de millón y medio de licitaciones, que funciona en una vivienda de tres pisos donde sus habitantes le dijeron a Poder «aquí solo vive gente, no hay ninguna empresa». Su gerente general es Carlos Vicente García Palomino quien aparece en los registros de ONPE como aportante de Solidaridad con 800 soles. Aportar 800 soles para luego ganar más de millón y medio es un buen negocio ¿o no?.
Siguen en esta nada célebre lista, J&L Ingeniería y Servicios Generales SAC, que inició su vida empresarial en 2006 (inicios del segundo régimen castañedista) y que entre el 2009 y 2010 le vendía al municipio servicios por mas de un millon 145 mil soles. Una empresa cuya dirección fiscal fue registrada por SUNAT como «habido» y «no hallado» y aún así parece que los encargados del proceso no les importó mucho ese «pequeño» detalle.
Igual pasó con otras empresas no halladas por la SUNAT y que aún así obtuvieron contratos con la gestión.
Sin embargo hay una empresa que pese a ser de un militante solidario, continuó vendiéndole a la comuna limeña sin importar el cambio del color amarillo por el verde de su contratante.
Richardzon Encofrados, fue creada en febrero de 2005 y su representante Teódulo García Richardson es militante activo de Solidaridad Nacional, pero es la única compañía que siguió contratando con la Municipalidad de Lima, insistimos, pese al cambio de color político.
Pero hay quienes si son fieles a Castañeda. Es el caso de Fabricantes Exportadores SAC, cuyo gerente general es Rubén Andrés Cano Altez, regidor actual del partido del Sol que ingresó con el número 9 en la lista de Castañeda.
De igual forma la que «menos vendió» fue Accounting Soft SRL cuyo gerente general, Pedro Carneiro Pucho, figura como aportante de Castañeda con 350 nuevos soles para la campaña presidencial del 2011, poco monto si se tiene en cuenta que ganó licitaciones entre el 2009 y 2010 por más de 350 mil nuevos soles.
Naturalmente solidarios
En el caso de contratos con personas naturales también hay más de una irregularidad, bases arregladas para adquisiciones directas sin concurso, servicios pequeños por debajo del monto para no convocar concurso, entre otras perlas.
Una de ellas es el de Américo Eusebio Farfán Díaz, proveedor de alimentos que en el Sistema de Administración Financiera (SIAF) y Transparencia Económica, ambas base de datos del Ministerio de Economía, aparece con ventas al municipio castañedista por solo 92 mil 16 nuevos soles.
Sin embargo este hecho esconde algo más grande. Tal como señala Poder: «Entre el 2005 y 2007 Farfán Díaz dotó de almuerzo a los trabajadores del Serenazgo de Lima por S/.1.013.867- Y ¿por qué no figura esta cifra en el sistema financiero del Estado?»
La respuesta es sencilla. Citando nuevamente a la revista Poder:
«Farfán Díaz fue contratado directamente a través de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación (OEI) un organismo que ha sido vinculado en este país con una serie de irregularidades.
Tamaño despliegue efectuado por la comuna para que la OEI contrate un servicio tan sencillo, amerita una explicación de los responsables. De acuerdo con documentos obtenidos por PODER, ellos serían, entre otros, los encargados de aprobar los desembolsos: el gerente de finanzas, Juan Blest y el subgerente de Tesorería, Ulises Merino.»
Un dato más en este caso es que el proveedor Farfán Díaz es (sí, sí, adivinó) militante de Solidaridad Nacional y en el 2006 postuló sin suerte a un puesto de regidor en el distrito de Chorrillos.
Esto es parte del informe que usted puede leer completo en la Revista Poder y toda esa información es solo un muestreo hecho por la oficina de Control Interno… ¿cuántos procesos han sido fraudulentos en la gestión Castañeda? ¿cuántos más vendrán en este nuevo gobierno municipal?
«Vuelven las obras» dice su eslogan…¿volverán también los negociados y los concursos exclusivos y dirigidos? Estaremos atentos.
[…] metropolitano sigue arrojando sorpresas. El más reciente número de la revista Poder contiene una investigación de Daniel Yovera y Jorge Weston sobre contratos fantasma durante el último año …. Casi dos millones y medio de nuevos soles fueron pagados a pequeñas empresas y personas naturales […]