
Por: Mario Ramos / @mariorm7
Minería: ayer, hoy y… ¿mañana?
César Padilla, Coordinador del observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL), habló sobre la diferencia en la actividad minera de hace 15 años con la actual. Esto durante el foro público internacional “15 años de Extractivismo en América Latina y el Perú”, que organizó Cooperacción.
“Muchas de las cosas del modelo minero que parecía que nos iba a facilitar prácticamente todos los problemas económicos carecía de sustento. Este discurso se comenzó a transformar en un discurso que no se sostenía”.
Detalló que el modelo antiguo minero favorecía siempre a la empresa minera, dejando de lado a las comunidades. Además, las tecnologías “no contaminantes” que se usaban para la aprobación de los EIA terminaron siendo incluso más contaminantes, como por ejemplo, la minería química.
Las exigencias sociales comenzaron a crecer, las comunidades iniciaron un proceso de exigencia de garantías a las empresas. Propuestas como la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y las acciones de “buen vecino” no lograron nada. Es así como muchos de los conflictos son llevados a entidades como la ONU o la CIDH.
Padilla recalcó que ahora los proyectos mineros deben ser creíbles afirmando que “no pueden mentir con sus certificaciones”. “Ahora buscan lograr minería sin conflicto”, “las certificaciones de las empresas no logran resolver los conflictos”.
Frente a esto, afirma que en 10 años América Latina tendrá 320 mil millones de dólares en inversiones mineras, de los cuales solo Perú recibiría en los próximos 5 años alrededor de 60 mil millones de dólares y Chile 100 mil millones de dólares; siendo esto veinte veces más de lo invertido en una década.
Finalmente dice que hay que tener en cuenta y estar atento frente al aterrizaje de la industria minera china en América Latina.

Búsqueda de la esperanza
Representando a Uruguay, estuvo presente Eduardo Gudynas, Secretario Ejecutivo del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES), el cual buscó elevar un poco la esperanza sobre la posible solución a los problemas generados por la minería.
Dejó en claro que se debe aceptar una relevancia al sector extractivo, considerándolo necesario e incluso deseado. “Es muy difícil decirle que no a la minería y a los hidrocarburos con los precios crecientes de las materias primas en los mercados internacionales”.
Afirma que es evidente que se genera grandes impactos ecológico y social, pero antes de generar críticas se deben producir revisiones de las acciones que se llevarán a cabo en temas de minería.
Frente a las declaraciones del Ministro del Ambiente, Manuel Pulgar: “salir del extractivismo no tiene sentido”, generó una respuesta basada en una serie de alternativas:
• Reforma en las acciones por parte de las empresas (RSE).
• “Extractivismo nacionalista” – El Estado se queda con los recursos, por ejemplo, aumentando los gravámenes.
• “Extractivismo nacional popular” – Promover la actividad minera para una nueva generación de recursos financieros para el Estado.
Todas esas soluciones dejan una subordinación en el comercio global. Por lo tanto, se debe generar una crítica hacia el extractivismo, buscando lograr formas de desarrollo post-extractivismo.
Esto no quiere decir que no exista salida, sino que responden a un “pensamiento único” visto desde la pérdida de búsqueda de alternativas. Sin embargo, afirmó que hay países que no dependen del extractivismo, por lo tanto, existen alternativas al extractivismo desmedido.
Gudynas declaró que se debe tener una visión global y regional de las acciones generadas por el extractivismo, además se necesita una reforma por política, pluralizando y profundizando en procesos democráticos equilibrados.
Actualmente se tiene un extractivismo desmedido, violento y violador de derechos; esta extracción incluye un componente de legalidad que favorecen empresas y gobiernos pero rompen con la finalidad de la defensa al orden social, la democracia y las buenas prácticas legales.
Para esto se debe generar un extractivismo sensato y consciente. Sumado a esto se debe actuar de forma rápida y adecuada para frenar estas acciones sin control.
Para cerrar su ponencia, Gudynas dejó un gráfico que resumía su todo lo dicho y quizás otorgaba un buen inicio al análisis para una posible solución.

Cierre del evento
Finalmente cerró el evento José de Echave, investigador y fundador de CooperAcción, quien habló sobre su experiencia en el MINAM y su labor como miembro fundador de la ONG anfitriona.
Dejó en claro que las situaciones generadas en los últimos años dejan una serie de reflexiones que deben ser de interés nacional. Además de la necesidad de saber qué es lo que está pasando en el país frente a la industria extractiva.
Por otro lado, se debe entender que la medición del crecimiento no solo se basa en los temas económicos y tecnológicos, sino también en temas de crecimiento de conflictos sociales y variación de la geografía.
Asimismo, recalcó el interés que se debe generar frente a las acciones de empresas extractivas y la pérdida del mismo que se produjo en la década de los 80.
Finalmente, invitó a seguir las victorias generadas en temas de solución de conflictos en temas mineros y la búsqueda de entrar en temas de la agenda política incluyendo todas las materias que se ven afectadas por la acción minera.
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