El próximo 2018 los peruanos elegiremos a nuevas autoridades regionales y locales y nuestro Congreso acelera sus actividades en el tema de la reforma electoral que dejaría más de un ‘muerto’ y muchos heridos.
Por Luis Pacheco Quispe
@luispachecoq
Un proceso de reforma debe tener como objetivo producir mejoras sustanciales en el sistema general de participación ciudadana. Por ejemplo, se espera que los partidos —considerados democráticos— no sean controlados por una cúpula y que el financiamiento de estos tenga una procedencia transparente. Las normas actuales mantienen mecanismos que dejan pasar dinero ilícito y colocan a sus ‘candidatos’.
En el programa Spacio Libre de HCM Radio TV conversó con el analista político Carlo Magno Salcedo, integrante del comité político del Partido Morado, y manifestó la alerta ante las acciones —jugadas— de los viejos partidos políticos peruanos.
Keiko no quiere perder otra vez en 2021
La última Encuesta sobre Corrupción (IPSOS) reveló que la corrupción es el principal problema del Estado peruano y se ha incrementado de 49% en el 2006 a 62% en la actualidad. Además, la población cree que 77 de cada 100 congresistas son corruptos, y son ellos los encargados de cambiar las normas del juego.
“La reforma está guiada por una agenda política; Keiko se siente amenazada y no quiere perder nuevamente las elecciones en el 2021. En la sociedad hay una demanda de cambio de figuras políticas que no dan confianza a la ciudadanía”, manifestó Salcedo y aseguró que de hacerse efectivos los cambios, los nuevos partidos corren el riesgo de no participar en la política peruana (ni municipales ni presidenciales).
Una ley que pretende eliminar a la competencia
Y mientras el Congreso aprobó un dictamen (faltaría la segunda votación para que se convierta en norma) que busca modificar aspectos de la Ley de Organizaciones Políticas vinculados a los aportes y a la entrega de dádivas en campaña electoral, el congresista aprista Mauricio Mulder presentó su proyecto cuyo objetivo —según él— sería “Evitar los vientres de alquiler, que los partidos se usen como siglas y evitar que haya una proliferación de la vida política que tanto daño está haciendo al país”.
Salcedo señaló que la ‘Ley Mulder’ apunta a eliminar competencia al aprismo y fujimorismo al pretender que las agrupaciones políticas tengan tres años de actividad como mínimo. “El aprismo está en política porque el Jurado Nacional de Elecciones los favoreció en los últimos comicios. Ahora quieren cercenar el derecho a la participación política de diversos actores. Ya se eliminaron a las organizaciones políticas locales y ya se aprobó la norma que adelanta el cronograma electoral para movimientos que están buscando participación”, sentenció.
Cabe recordar que el dictamen aprobado por el Parlamento contiene: Una amonestación económica de 30 UIT (121 mil 500 soles) como primera sanción ante la entrega de dádivas —la expulsión del proceso electoral ya no sería el primer castigo—. En los cocteles se podrá recaudar como máximo 250 UIT (862 mil 500 soles) por cada uno de estos —la iniciativa no establece un límite como parte de la recaudación total de la campaña—. Y la cereza de la futura norma sería que las sanciones estarían orientadas principalmente a los candidatos y no a las organizaciones políticas.
Cambios que favorezcan a la población
Para el analista, no existen en ninguna parte del mundo leyes así. “La participación política no se puede restringir. Están (los congresistas) a contracorriente y es parte de un plan político”, demandó. Salcedo recalcó que sería un atentado contra derechos fundamentales. “La situación no es contra los partidos de Julio Guzmán o (Verónika) Mendoza. Debemos emprender una cruzada por el derecho a la participación política plural. Creo que a las personas puede disgustarle tal o cual candidato, pero en democracia se debe garantizar esa pluralidad y la ciudadanía pueda votar por quien mejor le parezca”, añadió.
Según las encuestas, los ciudadanos no se sienten representados por los partidos clásicos actuales que compiten en quién es más corrupto. En ese contexto, la demanda de renovación política está implícita. La manera de fortalecer a los partidos políticos no es eliminando a la competencia, sino trabajando al interior de cada uno de ellos.
“Existen partidos políticos que hacen un esfuerzo, cada uno a su manera, para consolidarse como representantes de una región. Nadie tiene derecho a destruir las capacidades de representación de la sociedad”, finalizó Carlo Magno Salcedo.