Con la creciente preocupación por la inseguridad alimentaria y el cambio climático, gremios agrarios de diversas regiones de Perú, articulados en el Grupo Impulsor de Semillas Nativas (GRISEN), han presentado una propuesta legislativa en defensa de las semillas nativas y la agricultura familiar. La iniciativa busca establecer un marco normativo nacional que reconozca y proteja los sistemas tradicionales de semillas, esenciales para la soberanía alimentaria y la biodiversidad.
La propuesta de ley promovida por los líderes agrarios busca el reconocimiento hacia los derechos de los agricultores y agricultoras, así como un impulso a las prácticas agrícolas sostenibles basadas en las culturas ancestrales y la rica biodiversidad peruana.
GRISEN, integrado por organizaciones como la Confederación Campesina del Perú (CCP), Federación Nacional de Mujeres Campesinas (Fenmucarinap), la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Convención del Agro Peruano (Conveagro) y otros actores destacados del sector, ha trabajado para visibilizar el rol de los pueblos indígenas y originarios como guardianes de las semillas nativas. Según el grupo, su conservación y uso sostenible representan una solución clave frente a las crisis climáticas y alimentarias que afectan al país.
Además, el proyecto legislativo propone fortalecer los sistemas tradicionales mediante la creación de mecanismos como ferias de semillas, bancos familiares y rutas de intercambio, promoviendo la resiliencia de las comunidades rurales frente a los retos ecológicos y económicos actuales.

Respaldo multipartidario y acciones de incidencia
La iniciativa cuenta con el apoyo de diversos congresistas, incluyendo a Silvia Monteza (Acción Popular), Sigrid Bazán (Bloque Democrático Popular), Heidy Juárez (Alianza para el Progreso), Silvana Robles (Bancada Socialista) y Elizabeth Taipe (Perú Libre). Este respaldo multipartidario refleja la importancia de proteger las semillas nativas para garantizar la soberanía alimentaria y el progreso rural.
Como parte de su estrategia de incidencia, GRISEN llevará a cabo una serie de actividades en la denominada «Semana de Articulación para Impulsar una Propuesta Agroecológica para el Perú». Entre estas acciones se incluye una presentación dirigida a la sociedad civil y organizaciones sociales, además de sesiones de fortalecimiento interno y la presentación del proyecto en una conferencia en el Congreso de la República.
Según detalló María Eugenia Calle, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Productores Ecológicos (ANPE-Perú) la propuesta subraya “la necesidad de medidas concretas para combatir el empobrecimiento rural y asegurar el bienestar de las comunidades. Al mismo tiempo, busca posicionar la agricultura sostenible como una herramienta esencial para el desarrollo del país”.

Un enfoque hacia la equidad y sostenibilidad
Otro aspecto destacado de la propuesta es su compromiso con la equidad social, visibilizando el rol de mujeres, jóvenes y adultos mayores en la gestión de semillas nativas. Estas acciones buscan fortalecer el tejido social y garantizar la inclusión en las políticas de conservación.
En términos económicos, el proyecto plantea la promoción de bionegocios y mecanismos innovadores como la retribución por servicios ecosistémicos. Este enfoque busca no solo preservar la biodiversidad, sino también generar oportunidades económicas en las zonas rurales.
La ley también complementa las normativas existentes al abordar vacíos legales en el reconocimiento de los sistemas tradicionales. Además, establece vínculos con compromisos internacionales como el Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos y la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En este aspecto, Martha Cuentas, directora ejecutiva de Fomento para la Vida (Fovida) considera que la promoción del uso de semillas nativas “es un recurso importante para enfrentar el cambio climático”.
Un llamado urgente para proteger nuestro futuro
GRISEN insiste en que la conservación de las semillas nativas no solo asegura la soberanía alimentaria, sino también la resiliencia frente al cambio climático y otros desafíos globales. En este sentido, la iniciativa representa un paso crucial hacia un Perú más sostenible y equitativo.
Al poner en valor las prácticas agrícolas tradicionales y los conocimientos ancestrales, la propuesta legislativa busca construir un puente entre el pasado cultural del país y su visión de futuro. Para los gremios y líderes involucrados, proteger las semillas nativas es, en definitiva, proteger la vida misma.