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lima no puede

Por: Francisco Pérez García / @franco_alsur

Llegamos al final. Una campaña intensa, con todo en contra para la gestión de Susana Villarán. Público en contra, cancha inclinada, árbitro parcializado, una «barrabrava» que arroja piedras, bolsas con orines, miasmas y piedras, la naturaleza en contra, algunos funcionarios que jugaron (queriendo o sin querer) para el otro equipo con sus errores y patinadas… todo parece estar en contra de la aún alcaldesa de Lima.

Terminó la campaña y luego del mitin de cierre el ambiente en la tienda del «No» es de esperanza, de (usemos la huachafísima frase periodística)  «tensa calma» , donde se espera que el voto consciente prospere, donde se reflexiona hasta el último para que el votante se de cuenta que hemos sido llevados a (parafraseando a Villarán) «una batalla donde nos han obligado a entrar», una batalla que ha sido motivada por intereses particulares de gente que no quiere esperar a recuperar el botín que dejaron pasar, pensando que podían llegar al botín mayor de la presidencia de la República.

Cuando voté por Villarán en el proceso municipal, lo hice por varias causas: la simpatía personal, la cercanía ideológica y sobre todo la propuesta de una «esperanza» para la ciudad, la idea que al fin podríamos hacer de Lima, una ciudad donde no sólo el cemento o la escalera mensual, o la pista rota cada dos semanas sean el punto común para sentirnos «ciudadanos». La propuesta era viable, era poner al ciudadano como punto central de la gestión.

Y así lo hizo: centros culturales, ordenanzas por la cultura, parques, mejoras en canchas deportivas, pistas asfaltadas, centros de protección para las mujeres, centro para personas de la tercera edad, cunas infantiles, calles y plazas para la gente, para ti, para mí, para nosotros, para que tengamos un poquito menos de miedo de volver a nuestra ciudad.

Es cierto, hay errores en la gestión, es cierto que también hay ambulantes en la ciudad, hay cierto que se produce el caos. Pero ¿cómo acabamos con eso si nosotros también somos culpables? Si hay gente vendiendo en las calles es por necesidad, pero también por demanda, ¿es responsabilidad de la municipalidad y los alcaldes que algunos impresentables en un taxi después de las 11 de la noche circulen por el carril exclusivo del Metropolitano? Nos falta también crecer como personas y eso no es responsabilidad de ninguna autoridad.

Este domingo votaré por el NO, lo he dicho desde el principio, lo he dicho desde hace tiempo y lo haré, no sólo por convicción política sino porque creo también que hay mucho por hacer en la ciudad y porque creo que hay que darle una lección a quienes pretenden desestabilizar nuestra ciudad, hacernos gastar más de la cuenta como país, por el simple hecho de alimentar su propia angurria, su propio afán por volver al botín.

Finalmente, tú que vas a votar por el Sí, no eres corrupto, estás en tu derecho de hacerlo así como yo votaré por el NO, el tema es con los promotores, con Marco Tulio, Castañeda, Alan y otros que nos hicieron llegar aquí con mentiras y con estafas a todo nivel, respaldadas por autoridades que los apañaron de mil formas, saltándose todo lo permitido… por eso y más 40 Veces NO.

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Por Spacio Libre

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