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Foto: Internet
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Por: Francisco Pérez García / @franco_alsur

Lamentable la decisión del titular del Quinto Juzgado Constitucional, Hugo Velásquez Zavaleta que ordena dejar sin efecto los actos de la Megacomisión que investigó los actos ilícitos cometidos durante el segundo gobierno de Alan García.

Y es lamentable,porque deja en el ambiente un pésimo aroma, el fétido olor que deja la impunidad y que es un aire que ya conocemos y hemos sentido hasta el cansancio desde hace muchos años en el país.

Lamentable, porque el accionar de este juez trae abajo toda la labor, de por sí complicada, de la comisión presidida por el congresista Sergio Tejada que tuvo que luchar no sólo con lo complejo del caso sino con la furibunda reacción de los defensores y compañeros de García.

Esa reacción es, precisamente, la que se extiende en las redes sociales, donde los compañeros cual sicarios plenamente adiestrados, arremeten contra todo aquel que intente siquiera hacer un comentario negativo del jefe del partido de la estrella. Y digo jefe, porque ni siquiera es líder, porque al parecer no inspira más que respuestas matonescas de quienes dicen ser sus seguidores.

Es realmente lamentable que los seguidores apristas, respondan en las redes como si fueran autómatas, simplemente apelando al «antiaprismo». Los «compañeros» no se dan cuenta del daño que le hacen a la trayectoria de un partido, y al recuerdo de quienes alguna vez hicieron historia en el mismo.

Algunos señalan que no hay por qué reclamar, porque es el mismo juez que exigió al Congreso anular la suspensión de Javier Diez Canseco. Dos hechos totalmente distintos desde cualquier punto de vista. Lo de la suspensión de Diez Canseco fue, a todas luces, una vendeta política contra alguien que resultó en ese momento, incómodo para el gobierno y con hechos que no llegaron a ser totalmente comprobados. El juez dictó una sentencia para que Diez Canseco regrese. Sentencia que el Congreso jamás cumplió, ni cuando murió el congresista.

En el caso de García, estamos hablando de un proceso de investigación de dos años, donde ni siquiera se discutió el tema en el Pleno del Congreso. El Poder Judicial si quería podía declararlo nulo en su instancia, tal como lo hizo en el 91 (tal como recuerda Rosa María Palacios), pero no tumbarse el caso como lo ha hecho ahora.

En verdad es una lástima que el único aprista que llegó al gobierno le haya hecho tanto daño a su partido. Lástima que su líder sea sinónimo (2 veces) de impunidad y burla a la justicia. Y así quiere ir por un tercer mandato.

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Por Spacio Libre

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