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Año nuevo y todos quieren ser y estar mejor que el año anterior…esto parecen asumirlo con mucha seriedad los candidatos a la presidencia de la República.

Keiko en Harvard. ¿El nacimiento de "KeiKaviar"? / Foto: La República
Keiko en Harvard. ¿El nacimiento de «KeiKaviar»? / Foto: La República

Jesús M. Crisólogo Galván

El anuncio de que Luisa María Cuculiza, Matha Chávez y Alejandro Aguinaga no van en la lista al Congreso de Fuerza Popular no es extraño. Anteriormente, en las elecciones presidenciales de 2011 también fue desembarcado Carlos Rafo, el publicista defensor total de Alberto Fujimori. Para entonces, la hija del expresidente dijo que nadie era indispensable en el fujimorismo, hoy el argumento es que esta decisión “no es una ruptura con el pasado, es un compromiso con el futuro del país”.

Haría bien, la candidata de Fuerza Popular mostrarse más acorde con sus declaraciones, pues hasta el momento no está nada claro el financiamiento de sus estudios y el de sus hermanos en el extranjero, que según diversas investigaciones le habría costado al Estado un millón 250 mil dólares. Si se habla de compromiso con el futuro del país, esta aclaración es más que necesaria.

También, en aras de la credibilidad de la candidata, debería asumir el pasivo del pasado fujimorista sin ambigüedades, toda vez que ella fue la primera dama del gobierno de su padre y en su plancha presidencial figura el exministro de agricultura del gobierno de su padre, José Chlimper Ackerman. No hay razones para negar su pasado y de cara al presente, incluso podría convertirse en un gran activo en su candidatura: experiencia de gobierno y juventud.

La estrategia de comunicación de Fuerza Popular prevalece la atención en los que no van más, pero no menciona a los que se quedan, como Luz Salgado, que va a un cuarto periodo, Héctor Becerril, Cecilia Chacón, quien intentará ir a un tercer periodo, al igual que Rolando Reátegui, Federico Pariona, Karla Schaefer, Segundo Tapia, Carlos Tubino y Karina Beteta, investigada por lavado de activos, Karina Beteta, entre otros.

Incluso, en tiempos en que la corrupción campea en las instituciones y en las calles, la exparlamentaria y hoy candidata debería pronunciarse con firmeza sobre sus tíos Rosa, Juana y Pedro Fujimori, hermanos de su padre y de Víctor Aritomi, cuñado del expresidente recluido en la DIROES, prófugos de la justicia peruana, acusados de la apropiación de fondos donados por ciudadanos japoneses. A veces, el silencio puede decir más que las palabras y esto podría costarle votos en contra.

Indudablemente ella no es responsable por los actos cometidos por su padre, Vladimiro Montesinos y sus socios, pero al asumir el liderazgo del fujimorismo debe ser consciente del pasivo que arrastran diez años de gobierno de Alberto Fujimori, a quien se le atribuye la esterilización de más de 200,000 mujeres de los lugares más apartados del país, entre 1996 y 2000, o la desaparición de más de 6 mil millones de dólares obtenidos por las privatizaciones de las empresas públicas entre 1992 y 2000, o los asesinatos del profesor y nueve estudiantes de La Cantuta y de dieciséis personas, entre ellos un niño de ocho años, en Barrios Altos ejecutados por el Grupo Colina, grupo clandestino encargado de eliminar a los opositores del gobierno de Fujimori, o del cogobierno con Vladimiro Montesinos y un largo etc.

Asumir “un compromiso con el futuro del país”, como ha dicho la candidata presidencial al anunciar que tres emblemáticos fujimoristas no postularán al Congreso, debería implicar admitir los delitos de su padre y de sus socios en su gobierno, porque aunque no le guste, y a sus partidarios tampoco, su padre, el líder fundador, está preso por corrupto y violador de los derechos humanos. Romper con lo peor del pasado fujimorista podría darle buenos resultados si en realidad da pasos firmes para desalbertizar el fujimorismo.

El futuro de país no debería construirse sobre medias verdades, porque podría parecer que la pretensión es jugar con la desidia de los jóvenes por conocer la historia reciente. Y eso, a ningún candidato electoralmente le conviene.

Ojo, el electorado sabe que todas las movidas de los candidatos se basan en el interés por atraer votos, el anuncio de la candidata del fujimorismo no es la excepción. Y otro ojo, según las encuestas, primero están los indecisos.

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Por Spacio Libre

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