Una vez más, el Poder Judicial ampara la impunidad y deja por los suelos cualquier intento de luchar contra la corrupción desde diversas instancias. Los informes de la Megacomisión que investigó a Alan García han quedado nulos gracias al voto de un juez con marcados vínculos apristas.

Redacción Spacio Libre
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Pese a que fue puesto a la luz por sus vínculos con el partido aprista, el juez Manuel Soller Rodríguez no se inhibió y participó en la votación del colegiado que decidió anular los informes de la comisión presidida por el congresista Sergio Tejada, donde se encontraba responsabilidad del exmandatario en el caso «Narcoindultos».
Según informa el diario Correo, todos los informes producidos por este grupo de trabajo, «así como el proceso constitucional aprobado contra el expresidente Alan García Pérez en el Congreso por el caso “Narcoindultos” y otros, han sido definitivamente anulados por el Poder Judicial (PJ)».
Pero más indignante aún, es conocer que fue el voto dirimente del juez Soller que como informamos en Spacio Libre fue sujeto el 8 de setiembre de 2015 de un proceso iniciado por la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA), por falta contra la imparcialidad según la cual “pese a tener conocimiento que sus hermanos y su esposa son de militancia aprista, [y saber] que el demandante (Alan García Pérez) habría apadrinado su promoción” participó en la audiencia del 6 de noviembre donde se discutió el recurso de amparo presentado por el exmandatario.

EL DESEMPATE
Tal como revela Correo, Soller participó con su voto dirimente en el cuarto intento por desempatar una votación entrampada. Resume el diario:
La primera votación de la Primera Sala Civil de Lima tuvo como resultado que los jueces Martín Hurtado Reyes y César Solís Macedo se pronunciaran a favor del amparo de Alan García, mientras que su presidente Héctor Lama More votó en contra, indicando que se requieren tres votos para hacer sentencia.
Es por ello que intervino un cuarto juez como dirimente. En este caso el juez Andrés Tapia Gonzales, de la Segunda Sala Civil de Lima, quien opinó por anular la decisión del juez en primera instancia y volver a pronunciarse.
Quedando la causa sin voto mayoritario, se llamó a otra juez dirimente, en este caso la magistrada María Isabel Hasembak Arma, quien se adhirió al voto del juez Lama More. Así, la causa quedó empatada con dos votos a favor, dos contra del amparo y uno para que haya un nuevo pronunciamiento.
EL JUEZ CLAVE. De este modo, el caso debía tener un desempate y se llamó a un tercer dirimente y juez llamado por ley, el magistrado superior Manuel Soller, de la Segunda Sala Civil.
Soller, con resolución de fecha 17 de noviembre se pronunció a favor del amparo de Alan García Pérez, y se adhirió a los votos de los magistrados Solís Macedo y Hurtado Reyes.
En consecuencia, al obtener los tres votos necesarios, ya se formó sentencia y por ende habría concluido el proceso de amparo cuyo efecto es declarar la nulidad de la denuncia constitucional contra García.
Así las cosas, el Poder Judicial se convierte, nuevamente, en una lavadora que deja limpio a García Pérez y le deja libre el camino para seguir corriendo en el proceso electoral. Y no hay problema, siempre habrá un aprista en el PJ que le haga el favorcito.