
Por: Francisco Pérez García
@franco_alsur
Tras casi dos años de proceso, el exdictador Alberto Fujimori fue sentenciado a ocho años de prisión y tres años de inhabilitación además de el pago de una reparación civil de tres millones de soles, al ser encontrado responsable del desvío de fondos de las Fuerzas Armadas para el pago irregular a los dueños de los denominados «Diarios Chicha», con el fin de apoyar su ilegal tercera elección.
Según la sentencia judicial, el procesado Fujimori fue sindicado como la persona que ordenó el desvío de estos recursos, supuestamente utilizados, según la defensa del reo exdictador, para el «proceso de pacificación del país». El análisis del colegiado da por válido los argumentos de la fiscalía que determinan que dichos montos no podían haber sido transferidos sin la orden expresa del entonces presidente de la República y Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas.
Durante la lectura de sentencia, el procesado Fujimori se empeñó en mandar mensajes escritos a las cámaras de la prensa. «Los fondos reservados fueron usados para la pacificación del Perú. Sobre los desvíos ilegales no tengo responsabilidad» y «Que sentencia tan injusta» fueron algunas de las frases con las que Fujimori se victimizó frente a los medios, mientras la relatora de la sala leía los detalles del análisis judicial sobre el caso.
Para el colegiado, Fujimori se aprovechó de su cargo e influencia como presidente de la República para ordenar el desvío de recursos para concretar el respaldo de los diarios chicha con el fin de atacar a los opositores a su régimen y su candidatura del año 2000.
El también sentenciado por los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos, se mostró inconforme con la sentencia y señaló que apelará dicha decisión.
Por su parte la hija del sentenciado, Keiko Fujimori calificó de injusta la sentencia «No es un buen día para nosotros», enfatizó,