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Lima, Perú (Peru.com).- Dieciséis años después de la matanza de la universidad La Cantuta, uno de los casos por los que es juzgado el ex presidente peruano Alberto Fujimori, los familiares de las diez personas asesinadas podrán velar mañana sus restos.

Los restos mortales de los nueve estudiantes y un profesor que fueron secuestrados y asesinados por el grupo militar encubierto Colina el 18 de julio de 1992 serán velados en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta, al este de Lima, el día en que se cumple un nuevo aniversario de la masacre.

El viernes también se celebrará una ceremonia religiosa en la iglesia La Recoleta y el sábado se enterrarán los restos en el cementerio El Ángel, los dos lugares en Lima.

Los familiares recibieron los restos esta semana, por decisión de la presidenta de la Primera Sala Penal Especial de Lima, Inés Villa Bonilla, que el 27 de junio pasado dio la orden de entregarlos al culminar las investigaciones forenses del caso.

Las víctimas de la matanza de La Cantuta fueron los estudiantes Luis Ortiz, Juan Mariños, Heráclides Pablo, Robert Teodoro, Armando Amaro, Dora Oyague, Felipe Flores, Bertila Lozano y Marcelino Rosales, así como el profesor Hugo Muñoz.

Una vez asesinados en un remoto paraje al este de Lima, los integrantes de Colina, un grupo presuntamente creado por el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos con la anuencia de Fujimori para luchar clandestinamente contra el terrorismo, quemaron los cuerpos.

Esto ha dificultado la identificación de los restos, que fueron hallados meses después del crimen en cajas enterradas en una zona desértica de Lima.

De hecho, sólo se ha podido reconocer los restos de Luis Ortiz.

«Por la cantidad de restos que allí tenemos, de alguna manera, asumimos que corresponde a todos nuestros familiares y por la cantidad de huesos de la mano (existentes), creemos que hay hasta de ocho personas», dijo a Efe la representante de los deudos, Gisela Ortiz.

La hermana de Luis Ortiz explicó que parte de los restos se perdieron en 1993 durante un traslado a Inglaterra, aunque no sabe si esto fue un «acto de negligencia» o «por orden de alguien», ya que en esa época aún gobernaba Fujimori, presidente de 1990 a 2000.

En medio de una división de opiniones sobre la guerra interna y los excesos que se cometieron en Perú, condenados por unos y justificados por otros, Gisela Ortiz confió en que el entierro de las víctimas se de en «un marco de respeto».

La Fiscalía ha pedido 30 años de prisión para Fujimori, a quien considera uno de los autores «mediatos» del crimen, es decir, el que planificó, organizó y dirigió la matanza.

Por este caso ya ha sido condenado a 35 años de prisión el ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) Julio Salazar Monroe, acusado de ser otro autor «mediato».

También el ex jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) Alberto Pinto Cárdenas y el ex militar Wilmer Yarlequé Ordinola recibieron 20 años de cárcel cada uno.

Además se juzga, todavía en proceso de instrucción, a Montesinos, al ex jefe del Ejército Nicolás Hermoza Ríos y a los ex oficiales Santiago Martin Rivas y Carlos Pichilingüe, considerados, respectivamente, los jefes operativo y logístico del grupo Colina.

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Por Spacio Libre

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