Un delito sin castigo, y que ya afecta a miles de niñas y adolescentes en el Perú. La explotación sexual en el país alcanza a 135 mil niñas y adolescentes, entre los 11 y 18 años de edad y sus padres desconocen en la mayoría de casos, la situación de sus hijas.

Redacción Spacio Libre
@spaciolibre
Foto de portada: La República
La explotación sexual de niños, niñas y adolescentes (ESNNA), es un delito «permitido socialmente» y no posee ningún castigo, pese a la legislación vigente.
Así lo advirtió, Carlos Ghersi, director del Programa RUA (Ruta Única de Atención contra la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes), proyecto ejecutado por la ONG italiana CESVI y la Asociación Cultural TEATROVIVO, con financiamiento y apoyo técnico del Fondo Ítalo Peruano (FIP).
Según un reporte emitido por esta institución, no existe hasta el momento ni un solo condenado por este tipo de delito, en el cual muchas veces, tanto los niños explotados y sus padres no son conscientes de esta situación .
«El perfil de las o los explotados sexuales, ha cambiado (…) ya no se trata de niños o adolescentes abandonados o en situación de calle sino de “hijos de familia”, en algunos casos familias agresoras o negligentes».
La Ley 28251 tipifica como uno de los delitos derivados del ESSNA la figura de usuario- cliente, cuando se mantienen relaciones sexuales con menores de edad a cambio de dinero u otro beneficio que debe castigarse hasta con 6 años de cárcel, pero a la fecha no existe ningún condenado por este delito, tampoco se castiga a los locales (hostales, hospedajes, etc.) que permiten el ingreso de menores de edad.
Ghersi, especialista en Programas de Desarrollo dirigidos a población en riesgo, demandó el impulso de una campaña de sensibilización a los operadores de justicia para que actúen con rigor frente a estos delitos ya que, sin necesidad de ir al interior del país, todos somos testigos de la explotación sexual de cientos de niñas, niños y adolescentes.
Explicó, por ejemplo que el Proyecto RUA, que trabaja en seis distritos de Lima Metropolitana, ha identificado focos de explotación sexual infantil en espacios públicos que son observados con indiferencia por la ciudadanía y las autoridades
En su área de acción, el Proyecto RUA, ha contactado a 150 víctimas de explotación sexual, ha prevenido a 529 adolescentes en riesgo de ser víctimas, y ha informado y sensibilizado a 1,298 adolescentes en situación de riesgo social.
El proyecto suscribió un convenio con el Instituto Nacional de Bienestar Familiar INABIF que ha permitido atender a las víctimas con una metodología innovadora de arteterapia, se les ha dado acompañamiento psicológico y ayudado a elaborar planes de vida, remarcó Ghersi.