Compartir
La ingeniera agrónoma, Carmen Morales, explica el funcionamiento del biodigestor  Foto: Javier Contreraz
La ingeniera agrónoma, Carmen Morales, explica el funcionamiento del biodigestor Foto: Spacio Libre

 

Por: Enzo Alminagorta / @EnzoAlminagorta

La ciencia no tiene límites. Quién pensaría en algún momento que del conejillo de indias, más conocido como  “cuy” en nuestra serranía peruana, podríamos obtener a partir de sus desechos un gas combustible de “cuyisea”, que nada tiene que envidiar al gas de Camisea .

Este animalito que no pesa más de 1 kilogramo y que estamos acostumbrados a comer bien chactado en las mesas andinas, es el mismo animal que provee gas a partir de su guano –si de su caca- a través de una tecnología que no es nueva – porque ya se ha trabajado –   pero que sí se ha dejado de lado.

Desde hace más de 10 años, Ulises Moreno y Carmen Felipe-Morales, dos ingenieros agrónomos, ex docentes de la Universidad Agraria, planearon crear un proyecto de vida sobre agricultura ecológica, “sana, limpia y buena para la salud”. Lo pensaron y lo hicieron.

Este proyecto ecológico que Moreno lo llama “agricultura sustentable“lo han desarrollado a pocos kilómetros de Lima, en medio de la campiña de Pachacamac, en la ex hacienda “Casa Blanca”.

En una amena conversación por toda la finca la ingeniera Morales nos cuenta que la “vedette de la haciendo no es ella, si no el biodigestor“, que es el sistema que han elaborado de forma artesanal  para obtener el gas del guano.

El cuy andino Foto: Javier Contreras
El cuy andino/ Foto: Spacio Libre

Nos explica que este “es un depósito de proporciones variables, cerrado herméticamente, en el que se produce la fermentación anaeróbica del excremento de los roedores, produciéndose así lo que se denomina biogás.

Asimismo cuenta que todo el proceso comienza en la recolección del guano del cuy y que por ello no se preocupa, porque tienen en promedio  1000 cuyes que producen más de 2 toneladas de guano mensuales.

Para hacer más digerible el tema del funcionamiento del sistema,  el agrónomo Ulises Moreno, cuenta la anécdota de un niño que los visitó y, que curioso como todos los de su especie, se asomó cuando abrió el biodigestor y le dijo que “olia a pedo”.

Es por este comentario del niño, que el ingeniero empieza a explicar que el biodigestor funciona  “como un gran estomago”, y que tras su digestión al igual que los humanos libera gases. Estos gases que libera el sistema  es combustible y con ello se obtiene el fuego y la electricidad.

El biodigestor que poseen los ingenieros es de diez metros cúbicos y corresponde al modelo que emplean en China.

Carmen explica que cada mes de marzo el biodigestor recibe una carga  de pre compost-  “es un abono natural que se crea mezclando los rastrojos de las cosechas con el guano de los cuyes, y luego se deja a la intemperie para que se degrade aeróbicamente durante algunos meses”. Y es esta mezcla sirve de base para las siguientes cargas periódicas.

“A una tonelada del pre compost se le añade bazofia de ganado vacuno recién sacrificado, una sustancia que ebulle de las llamadas bacterias metanogénicas, generadoras de gas metáno. Ilustra la ingeniera.

Agrega además que a los pocos días ya empieza a producirse un gas natural que luego se convertirá en el biogás, el que “está compuesto por un 70 por ciento de metano y un 30 por ciento de dióxido de carbono”.

De forma periódica se alimenta al “gran estómago”, con una mezcla de guano del cuy y agua en proporción de 3 a 1, es decir por cada 50 kilos de heces, se echa 150 litros de agua. Estas cargas van a depender del uso del gas, por eso pueden ser semanales o interdiarias .

El ingeniero Ulises nos comenta que en la hacienda “nada es basura” porque al ser todo  recursos naturales, se obtienen cosas nuevas. Por ejemplo nos dice que durante el proceso de creación del combustible, quedan desechos líquidos, que son un “excelente abono debido a su alta concentración de fitohormonas. A este fertilizante lo llama “Biol”.

En las tantas paradas que se da por el recorrido de la  hacienda Casa Blanca , la ingeniera Morales planteó una interrogante a los llamados “promotores del desarrollo”, ¿Con cocinan las mujeres en el campo ? , una señorita que también fue parte del tour ecológico respondió, la leña. Sin pensarlo la ingeniera respondió “que cuando se acaba la leña usan el excremento  de sus animales, que se llama “posta”, lo secan y lo queman sin saber que ese excremento que libera gases es tóxico y por tal afecta su salud”.

Según cálculos que han hecho los esposos agrónomos en conjunto con otros ingenieros especialistas en gas “por lo menos 5 metros cúbicos de biodigestor de modelos chino, sería lo mínimo para una familia de 5 a 6 personas. Así tendrían una fuente de combustible limpia y barata  y por otro lado obtendrían abonos líquidos sólidos para sus cultivos  e incluso el excedente podrían venderlo y tener ingresos”.  Sin duda es una tecnología que bien llevada puede aportar mucho a las familias en el campo.

Un paso más      

Carburador adaptado para recibir biogas y convertirlo en electricidad Foto: Javier Contreraz
Carburador adaptado para recibir biogas y convertirlo en electricidad/ Foto: Spacio Libre

                   

Pese a que Ulises Moreno y Carmen Morales  lograron construir un “gran estomago”, que les proporcione gas, siguieron con sus investigación con el apoyo de estudiantes de  varias universidades.

Carmen cuenta que con la ayuda de ingenieros de la UNI , lograron producir energía eléctrica a partir del biogás . “Diseñamos un carburador que permita hacer la transformación- de biogás a energía eléctrica- y tuvimos éxito porque logramos tener prendidos 25 focos de 100 watts por 4 horas”.

Como bien se dijo en un inicio, “la ciencia no tiene límites”. Los esposos agrónomos nos han demostrado a partir de sus proyectos que todo es posible.  El sueño que tienen juntos los ingenieros es que su tecnología, se aplique en todas las zonas rurales del país, ya que todos los campesinos por muy pobres que sean, siempre van a tener animales y cultivos, que son la materia prima para generar biogás. Ulises termina el recorrido con una frase para tener presente “ el problema del Perú no es su falta de riqueza, es su problema humano “. Culmina.

Sobre el autor

Por Spacio Libre

Este es el espacio de la redacción, el de las notas casi volteadas, coyunturales y que recogen parte de lo que ocurre día a día. Los demás informes son firmados por cada uno de los autores y respaldados por el equipo. Síguenos en @spaciolibre y www.facebook.com/spaciolibre.pe

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *