Alan García vuelve a perder la compostura ¿Indignación o desesperación?

Tomado del blog de Juan Sheput

Se imaginan ustedes a un capitán de un barco maldiciendo a la tormenta que amenaza con hundirlos. O al bombero que insulta al fuego que consume la casa. O al deportista que le echa la culpa de la derrota al árbitro. O a un presidente que insulta a los que no cumplen con sus deberes o la ley. Lo menos que se espera, en todos los casos, es comando, cabeza fría, reflexión y no simples comentarios sobre la realidad.

De comentarios está lleno el camino de los incompetentes con responsabilidad ejecutiva. Y estos últimos, con algunas excepciones, pululan en el actual gobierno.

A menos de un mes que el presidente García pidiera a los peruanos que no se insulten entre ellos, ha brindado declaraciones a la prensa, contradiciéndose, en las que ha utilizado la palabra marica, miserables, y otros adjetivos, para señalar a jueces, inculpados, sospechosos, etcétera, etcétera, que en los últimos días han protagonizado las primeras planas noticiosas. Este hecho, injustificable en un Jefe de Estado,del cual se debe esperar buenas formas y ponderación, se ha convertido en usual en los modales del doctor García.