«Entre Keiko y PPK no hay mucha diferencia, ambos representan las facciones más extremas de la derecha peruana.»

Todos los que formamos parte de Spacio Libre consideramos que ejercer el periodismo requiere comprometerse con las causas que creemos justas y así lo hemos hecho, oponiéndonos –desde nuestra modesta trinchera- a infaustos sucesos como el intento de revocación de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán o a crímenes contra los derechos humanos, como los casos de La Cantuta o Barrios Altos.
Estamos convencidos también, que el periodismo tiene un fuerte componente pedagógico, y por tanto quienes lo ejercemos cargamos sobre nuestras espaldas el deber de informar y educar a quienes confían en nosotros y en la información que publicamos, por eso nos sentimos en el deber moral de pronunciarnos respecto a la próxima segunda vuelta electoral, en la que los peruanos decidiremos -entre Keiko Fujimori y PPK- quién llevará las riendas del país en los próximos cinco años.
Debemos decir que hubiéramos preferido que sea una de las alternativas diferentes (que en estas elecciones sí las hubo) como Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea (una de izquierda y otro de centro derecha) quienes lleguen a esta segunda vuelta, pero lo sucedido tampoco nos sorprende, pues no es la primera vez en la que los peruanos elegimos “entre el cáncer y el SIDA” a nuestros gobernantes, tal como dijo el escritor Mario Vargas Llosa cuando en el 2009 las tendencias previas al 2011 nos ponían al frente a Ollanta Humala y (otra vez) Keiko Fujimori.
Entre Keiko y PPK no hay mucha diferencia, ambos representan las facciones más extremas de la derecha peruana. La primera, heredera de un régimen que “para liberarnos del terrorismo” (cosa absolutamente falsa) nos trajo el neoliberalismo (degradación abominable del liberalismo que llevó a las grandes potencias europeas y americanas al auge económico) por el que se descuartizó Petroperú, por el que se regalaron nuestros puertos. Heredera de un régimen que se olvidó de los Derechos Humanos, de la democracia, de la libertad de expresión y de prensa. Sobre Keiko Fujimori pesa la grave acusación de haber financiado sus estudios en prestigiosas universidades de Estados Unidos con fondos públicos y aunque ella se empeñe en negarlo, no hay evidencia alguna que diga lo contrario. Todo lo dicho anteriormente nos hace pensar que esta señora no puede ser nuestra presidenta.
Pese a ello, nuestra marcada oposición a Keiko no nos lleva a apoyar a PPK, quien –para su información- es el culpable de que el gas que se produce en los yacimientos de Camisea (Cusco) sea exportado a precios ínfimos al extranjero, y no pueda ser aprovechado por nosotros. En el Perú, el gas que se usa en los domicilios y en los vehículos es importado y cuesta caro porque este señor -valiéndose de los cargos de ministro de Energía y Minas, director del BCR, ministro de Economía y Finanzas y Presidente del Consejo de Ministros que ocupó en diversas gestiones- firmó contratos perjudiciales para Perú y en favor de intereses extranjeros. Y como “no hay lonche gratis” imaginamos que estas maniobras impactaron positivamente en las cuentas bancarias del que hoy se quiere vender como “honesto” economista.
Gane quien gane, los periodistas de Spacio Libre no empeñamos nuestro voto, cumpliremos el rol fiscalizador de la prensa y denunciaremos cualquier exceso que –sea quien fuere nuestro gobernante- pueda cometer. Ante este panorama indeseable, nos la jugamos por defender la democracia, el Estado de derecho y la estabilidad del país ganada a trancos, pero que hoy nos permite llegar al bicentenario con gobiernos elegidos democráticamente y así queremos que sea luego del 2021.
Ante esto, solo queda votar por la vero, pero no le alcanzo.
Eutanacia nacional, ¿es este nuestro futuro?
No voto ni votare x
no voto ni votare x keiko pero el pais ha votado por ella.
Si gana ppk ¿nos vamos del pais?
Avanzaremos cuando respetemos las dediciones de la mayoria
LA VERO tiene trabajar 5 años y ojala la haga, porque el pais necesita de una izquierda FUERTE Y ORGANIZADA.
Es mi criterio