Desde los engaños, traslado y explotación, hasta el rescate y reinserción de las víctimas, se puede apreciar gracias a un revelador informe de la ONG CHS Alternativo, donde se recorrió más de 6000 kilómetros de la Amazonía encontrando detalles sobre la ruta de la trata de personas.

Marquiño Neyra
@AndyNeyraY
La seducción, falsas ofertas de empleo y secuestros son los medios más frecuentes de la trata de personas.
La ausencia de intervención de la Policía y del Ministerio de Transporte facilita el delito por falta de controles. Los transportistas pueden circular sin documentos y sin interés alguno de los menores que trasladan, pues tampoco exigen identificación.
En las vacaciones escolares, fiestas patronales, temporadas de lluvias o de cosechas de papa y café, es donde aumenta la captación de los tratantes.
La informalidad y la corrupción reina en los ‘prostibares’, donde se combina la esencia del bar con acompañantes de una noche. Las drogas, abusos sexuales, violencia intrafamiliar y las poblaciones sometidas por discriminación social, racial y económica, refleja un Estado nulo sin rastros de mejora. Inclusive, las víctimas que regresan a sus hogares son expuestas a sus tratantes. El Estado está pintado.

Y, sin ser eso suficiente, funcionarios del RENIEC serían cómplices de esta práctica, pues estarían involucrados en la falsificación de documentos de identidad para que los delincuentes logren trasladar a sus víctimas hasta por vía aérea, según investigación por la ONG CHS Alternativo.
La investigación “Rutas de la trata de personas en la Amazonía peruana”, mostró tres sustantivas rutas que emplean los tratantes:
Ruta 1: Santa Rosa (Leticia) – Iquitos – Nauta – Yurimaguas – Tarapoto – Moyobamba – Nueva Cajamarca
Ruta 2: Huánuco – Tingo María – Pucallpa – Requena – Contamana – Nauta – Iquitos
Ruta 3: Cusco – Urcos – Ocongate – Quincemil – Mazuko – Huepetuhe – Delta 1 – La Pampa – Puerto Maldonado
“Una ruta de trata implica mucho más que la distancia de un punto geográfico a otro. Supone la participación de un conjunto de factores que le dan sentido a la ruta para permitir la explotación de una persona, la violación sexual reiterada y brutal, implica la tolerancia de los pobladores, la informalidad para facilitar el traslado, la impunidad frente a los controles y la fiscalización y la corrupción de quienes están llamados a protegernos”, reveló Ricardo Valdés, director ejecutivo de Capital Humano y Social Alternativo.
La trata de personas es una de las más viles formas de delito a nivel internacional. La explotación sexual tanto en menores como en adultos, trabajos forzados y comercio de órganos hace de esta práctica un delito de lesa humanidad.
La ONG CHS Alternativo pone el tema sobre el tapete para mejorar y luchar contra la trata de personas que operan en la Amazonía.