El Ejecutivo ha propuesto una norma para la creación del Consejo Peruano de Acreditación Superior (COPAES), un ente que según se señala reemplazaría el accionar del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE). El asunto ha generado polémica, pero un reciente análisis legal, al cual Spacio Libre tuvo acceso, podría darle una nueva mirada a este conflicto entre el Ministerio de Educación y el ente que está (¿estaba?) encargado de la acreditación de la calidad en la educación peruana.

Por: Tony Tafur
@TonyTafur
Han pasado nueve años (2006), cuando los ‘manotazos de ahogado’ del Gobierno de Perú Posible – de Alejandro Toledo – decidieron anclar como norma la Ley 28740 – SINEACE que creaba el Sistema de Evaluación, Acreditación y Certificación de la calidad educativa, teniendo como objetivo garantizar el servicio de calidad que las instituciones educativas públicas y privadas en los niveles básico y superior le ofrecen a la sociedad.
En mirada restrospectiva, cuando Perú participó por vez primera, en la evaluación PISA y obtuvo resultados desastrosos, al terminar en el último lugar, el año 2000, la lista de participantes nacionales decidieron alejarse de las competiciones educativas. Un acto anti-patriota, pero, necesario que, como rayo en el pecho, evidenció la catastrófica situación de nuestras nuevas generaciones. Por ello, se incentivó a la concepción de un nuevo organismo capaz de promover la evolución rauda de nuestra educación. Un mundo competitivo necesitaba peruanos competitivos.
La consigna del SINEACE en ese momento era clara, contribuir a estandarizar el sistema educativo en un país que se caracterizaba por la sectorización de los derechos, en este caso, la educación. Definir los criterios, proponer las políticas de evaluación, registrar a las entidades evaluadoras, informar los resultados obtenidos , eran parte de las actividades que esta entidad manifestaba a todo el sector educativo.
Siendo financiados por tesoro público, ingresos propios, donaciones y legados, cooperación técnica, el Sistema cincelaba la transparencia que tenía como herramienta para concebir su credibildad mediante una intromisión honesta. Además, trabajaba con tres órganos diferentes que eran el IPEBA (Instituto Peruano de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Básica), CONEACES (Consejo de EAC de la Calidad de la Educación Superior No Universitaria), CONEAU (Consejo de EAC de la Calidad de la Educación Universitaria), entidades que acreditaban la calidad educativa en el ámbito de la educación básica técnico Productiva, superior no universitaria y superior Universitaria, respectivamente.
El auge que vivía el nuevo organismo como fiscalizador de la calidad educativa en un ambiente, totalmente, desahuciado y carente de referentes catedráticos, le daría un adicional a la gestión que practicaban. Además, teniendo a un país que reflejaba una impresión fúnebre en el mundo por la educación paupérrima que nos posicionaba en los últimos lugares de matemática, comprensión lectora y ciencia, tenían la obligación de revertir esta situación y dispararnos en un proyecto, sea a corto o a largo plazo, a los primeros lugares. Iba a ser difícil, pero, sabían que el trabajo empedernido y la dedicación constante serían los alicientes para el producto estudiantil que se estaba buscando.

EL DIFÍCIL PASO DE LA CALIDAD EDUCATIVA
No todo fue algarabía y comunión, pues, el 2009 se descendieron dos puestos – del 63 al 65 – creando cierta incertidumbre en un ambiente tenso dentro del Gobierno que ya presidía, Ollanta Humala.
Se tuvo que esperar, a inicios del 2012. En ese momento el SINEACE comenzaba con pie derecho, al preparar el primer lanzamiento de su Boletín Informativo digital (01 de Febrero), para demostrar la transparencia que predicaban a todos los curiosos de la transformación educativa que tenían en sus manos. De esta forma, logran tener la primera plataforma virtual, capaz de responder a todas las interrogantes que un país emergente en el sector educación necesitaba, desde la capital a todas las provincias.
Una pizca de júbilo danzaría sobre el SINEACE, pues, los resultados de la evaluación PISA que se hizo el 2012 llegaban y, la impresión fue alentadora, pero, desde una perspectiva discreta, ya que, la evolución de ese año con respecto al 2011 había sido mínima pero, suficiente como para demostrar que se iba avanzando. A paso lento, pero, seguro, los conceptos de «autoevaluación», «calidad educativa» y «mejora continua» se iban instalando en la comunidad educativa.
El crecimiento era óptimo, a pesar de, estar en posiciones que no correspondían al verdadero fin del SINEACE, pero, esa no era la única cara de la moneda, ya que, Hammer Villena, secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), indicaba que el actual proyecto educativo estaba descontextualizado y que había una ausencia de gobernabilidad educativa de más de 20 años en el Perú.
LA CRISIS DEL SINEACE
Se venía un periodo de convulsión administrativa dentro del Sistema de Evaluación. La incursión de la Ley de la Reforma Universitaria (08 de Julio del 2014) le quitaría privilegios y una ligera emancipación al SINEACE, ya que, sus órganos dentro del proyecto, como el IPEBA, CONEACES Y CONEAU, eran cesados como tales, con la licencia única de seguir con sus funciones sin el nombre que los identifica. Además, el MINEDU, convocó en un plazo no mayor a 90 días un grupo que busque fiscalizar la gestión del SINEACE, ilustrando una escena de tensiones y olvidando, por momento, la verdadera finalidad de la creación de ambas entidades.
Más detalles de los efectos de este cambio y la crisis generada con el Minedu aquí
En septiembre de este año el Minedu indicaba que en ocho años de gestión solo acreditó a 33 carreras universitarias, de las más de 1700 que existen en el país. Inclusive, solo 82 carreras técnicas, de un total de 2406 autorizadas, un colegio de educación básica regular y un centro técnico productivo (Cetpro) fueron acreditados en todo este tiempo. El futuro del SINEACE se iba desbarrancando, poco a poco.
En resumen, para el MINEDU el trabajo de SINEACE, no había cumplido con los objetivos. Sin embargo la polémica fue más allá. En octubre pasado al SINEACE, de forma extraña, le negaron el acceso a la Escuela Militar de Chorrillos, según señalan a pedido del Minedu, para desarrollar un Congreso Nacional de Acreditación a pesar que ya se había coordinado y alquilado el local he instalado parte de la infraestructura. El hecho hizo que se trasladaran a última hora al auditorio del Colegio Parroquial ‘San Vicente de Paul’, ubicado en el cruce de la Av. Angamos y Paseo de la República en Surquillo.

Así, hasta hoy, no se ha hecho nada con respecto a la adherencia de un nuevo organismo que realice o comparta las labores de SINEACE. Peor aún, nada con respecto a la evolución del sector educativo en nuestro país. Vivimos en la honda decadencia de un enfrentamiento entre la comunidad educativa y un organismo que tiene nueve años de historia y avanzó a pasos lentos y que no han dejado satisfecha a la administración actual del sector.
Tenemos una polarización exacta, con respecto, a la creación y a la no creación del COPAES, lo cual, retrasa a la designación de la entidad correspondiente, materia no tan importante, pues, los más afectados son lo estudiantes que reciben servicios catedráticos nefastos y los destinan a un futuro de fracasos.
ASÍ ANDAMOS
En septiembre, de este año, Peregrina Morgan, Presidenta del SINEACE, indicó que las instituciones educativas deben procrear una alianza entre la infraestructura y la calidad educativa que brindan, ya que, en su mayoría, solo cuentan con uno de las dos, lo cual, termina perjudicando a todos los estudiantes que deciden arrancar un sueño dentro de sus instalaciones.
Se sabe que desde la aprobación del reemplazo de la COPAES por el SINEACE, el ambiente es, sumamente, tenso, y, aunque, la última semana de octubre, se dijo que están próximos a la designación del organismo que se dedicará, únicamente, a la fiscalización del sistema estudiantil, la espera se prolonga demasiado.
Flavio Figallo, viceministro de Educación, quien ha sido la figura pública del MINEDU para este intercambio de declaraciones con la presidenta del SINEACE, ha presentado una serie de argumentos que podrían catapultar y servir de alicientes para el ultimátum al ente mencionado. Buscar que el COPAES, se convierta en el alma mater de la evolución catedrática dentro de las instituciones educativas, esto conlleva, a una metodología, competitividad y la evasión a los hechos de corrupción.
En declaraciones a La Mula, Figallo señalaba lo siguiente:
El sistema de acreditación -si se concentra en los aspectos formales y no en los procesos formativos o en los resultados- puede tener efectos distintos sobre el sistema. Entonces, lo primero es cambiar la lógica de orientación del sistema de acreditación.
Si tú lees las evaluaciones internacionales, de consultores, que hay sobre el Sineace, te dicen que hay que concentrarse sobre otros aspectos distintos. Entonces todo lo que está involucrado en el proceso de acreditación tiene que variar: tiene que organizarse de una manera distinta
Incluso, Figallo plantea que la obligatoriedad de las carreras universitarias para acreditarse debe cambiar. Hasta el momento solo tres carreras debían acreditarse obligatoriamente. Lo que se plantea es abrir la cancha y que ya no sea (tan) voluntaria para las otras carreras
Se dice que hay carreras que de manera obligatoria deben acreditarse y otras que son voluntarias. Hoy la ley señala que son las de Educación, las de Salud y Derecho las que tienen la obligatoriedad de hacerlo. Yo creo que abriendo el sistema sentando la concurrencia de una mayor cantidad de participantes, podemos tener un proceso de acreditación masivo de estas carreras en los próximos tres años.
Sin embargo, también el viceministro señala que el SINEACE tiene cosas buenas que deberían mantenerse en el COPAES
Hay una serie de cosas en el Sineace que funcionan, y hay un conjunto de personal muy capaz y eficiente que puede involucrarse en la mejora del proceso. Tenemos en él, por ejemplo, un sistema por el cual tú puedes presentarte para hacer una especie de simulación de autoevaluación y verificar si estás ‘maduro’ para presentarte e iniciar el proceso. Eso hay que mantenerlo.

LA MIRADA LEGAL
Mientras el conflicto continúa, nos preguntamos si existe alguna mirada legal para tratar de entender si la propuesta del Ejecutivo es viable con respecto a la creación del COPAES y la virtual desaparición del SINEACE además de dejar de lado el tema de la acreditación de la calidad educativa en el nivel básico.
Para despejar un poco esta situación, Spacio Libre tuvo acceso a un documento que por primera vez se hace público y que puede poner un grano más en la arena de este debate. Se trata del «Estudio de Derecho Constitucional para el Análisis Jurídico de la situación del SINEACE», documento elaborado por el constitucionalista Enrique Bernales.
En dicho documento que ponemos a su disposición líneas abajo, se señala entre otras cosas lo siguiente:
«… hay exceso de la Ley 30220 (Ley Universitaria), pues ella era competente (…) solo para legislar sobre materia universitaria, pero la Ley 28740 del SINEACE nación con naturaleza propia y específica referida no solo a la calidad académica del nivel universitario sino también al de la educación básica y superior no universitaria, niveles que no son parte de la Ley Universitaria, hubo por tanto exceso (…) la reorganización dispuesto solo debió referirse a modificar y moldear la ley SINEACE en aspectos referentes al nivel universitario…»
Dicho informe sostiene que la disposición de la ley universitaria no deroga toda la ley del SINEACE y reitera que la autorización del ministerio está referida solo a la constitución de un grupo de trabajo para evaluar al SINEACE y elaborar un proyecto de ley para reorganizarlo, estipulando así que dicha norma «no deroga al SINEACE ni ordena su sustitución por otro organismo».
Para Bernales, el MINEDU se ha excedido en el cumplimiento de la norma porque el grupo de trabajo que debía evaluar al SINEACE y preparar un proyecto de ley para mejorarlo elaboró el proyecto COPAES dedicado «exclusivamente a la acreditación de las instituciones universitarias» y ha dado resoluciones «contradictorias que limitan las funciones necesarias para la continuidad del organismo en los procesos de desarrollo».
Finalmente, plantea una estrategia de defensa en la cual el Consejo Ad Hoc del SINEACE debe solicitar al Congreso una ley de interpretación del contenido de la 12da disposición complementaria de la Ley Universitaria y precisar los alcances y límites de la intervención del MINEDU en el proceso de reorganización.
Y mientras tanto… qué pasará con la acreditación de la calidad de las instituciones educativas de nivel básico. Expertos como Ricardo Cuenca, expresidente de Foro Educativo, han señalado que no es viable hablar de acreditación en este sector de la educación, sin embargo hay quienes si defienden la idea manifestando que si se quiere hablar de calidad educativa ésta debiera pasar por todos los niveles, desde el básico. Seguiremos informando.
Pueden ver el texto completo de Enrique Bernales a continuación
Estudio de Derecho Constitucional Para El Análisis de La Situación Jurídica Del SINEACE


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