"Otros se venden, yo no". Esa premisa le alcanzó en los últimos meses al hoy extinto expresidente Alan García, para justificar así el supuesto hecho de nunca haber sido un personaje corrupto.
No compañero, no compañera, el suicidio no es un acto de honor. Piensa en el mensaje que le das a las miles de personas con depresión y otros problemas de salud mental en el país.
Por Francisco Pérez García.