Pedro intentó negar tres veces a Cristo.La historia registra ese hecho como un clásico del temor. Winston Churchill decía que hay ausencias que son grandes presencias. Lo decía cuando no era invitado a algunas recepciones o reuniones, en una actitud absurda de sus adversarios de querer negar su existencia.
Salvando las siderales distancias, el presidente García ha vuelto a decir que no existe la oposición. La reiteración nos lleva a pensar lo contrario. La negación permanente es una muestra de afirmación. Y el presidente García lo sabe. De allí su preocupación.
El presidente García es consciente que la oposición existe. Lo que sucede es que hay una orden a los medios de comunicación de silenciarla. En estos tiempos de modernidad, lo que no aparece en los medios no existe y a eso juega el presidente García.
El que esto escribe tiene dos anécdotas para contarles. En ambas hay testigos. En ambas participan periodistas. En una oportunidad, en presencia de un alto dirigente de un partido de oposición, el conductor radial me dijo al minuto de acabar mi entrevista que acababa de llamar un Ministro de Estado para increpar el porqué me invitaban, que no tenían por qué hacerlo.
En otra oportunidad, a raíz de unas intervenciones en diversos medios de comunicación sobre el tema de la demanda peruana ante La Haya, donde afirmé que la oposición apoyaba la decisión de demandar pero no la denuncia, porque simplemente no sabíamos en qué consistía, de primera fuente me comunicaron que desde la Cancillería y Palacio de Gobierno se llamó a importantes medios de comunicación para que silenciaran mis declaraciones.
Así funciona este gobierno. Así permiten que se los trate la mayoría de los medios de comunicación.
Por eso es que el presidente García se permite decir que no existe oposición. Porque sabe que sus órdenes a los medios de comunicación de no «levantar a la oposición» se van a cumplir.
Lamentable pero cierto. Un sector de los medios de comunicación no ha aprendido la lección.
Si el presidente García fuera un demócrata real respetaría la plena libertad de expresión, que hoy, con las intervenciones gubernamentales, existe en la exacta dimensión que no perturbe al gobierno.
Lo mismo hacía Alberto Fujimori. Un fantoche, socio de Vladimiro Montesinos, no tenía oposición. ¿Por qué ? Porque la silenciaban en los medios de comunicación, aunque en este caso no era el chantaje, la amenaza o el negocio lo que alimentaba el apoyo mediático sino la compra vil y miserable de la dirección.
Así podemos concluir que el presidente García sabe, perfectamente, que existe oposición. No se niega lo que no existe. No es necesario.
Cuando el presidente García dice que no ve a la oposición me recuerda esa celebre historieta animada «Los Cazafantasmas» donde uno de los protagonistas cantaba «Son fantasmas….no les tengo miedo» mientras temblaba de pavor.
(*) Dirigente del partido político Perú Posible. Ex ministro de Trabajo y Promoción del Empleo en el gobierno de Alejandro Toledo
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Foto: CNR