
Por Javier Francisco Contreras Martínez
La publicación del protocolo que reglamenta el aborto terapéutico en el Perú ha sido considerado por un nutrido grupo de personas como un “salto a la modernidad”, un “hito de los derechos humanos” o un “acto de reivindicación hacia el derecho de la mujer sobre su cuerpo”, sin embargo lejos de este núcleo de personas que han expresado su satisfacción por este reglamento, se encuentran otros tantos que piensan todo lo contrario y que desde el día de la publicación de esta norma han levantado su voz de protesta, y dicen que lo harán hasta que se derogue lo que ellos llaman “el protocolo de la muerte”.
En la siguiente nota, les presentamos las opiniones de algunos de los que están en desacuerdo, convocamos para el caso a los «menos afiebrados», con el fin de hacer más horizontal el debate.
El sacerdote católico y experto en temas de bioética John Cuadros asegura que esta figura legal no se debería llamar aborto terapéutico pues por definición lo terapéutico debe curar y en cambio el aborto lo que quiere es matar “Esta norma va contra el más esencial de los derechos de la persona: la vida humana; sin este inalienable derecho ningún otro se sustenta. Es mucho más grave porque se decide sobre la vida de otro ser que no puede ni siquiera oponerse ante este atropello”, señala.
Cuadros trae a colación la Constitución Política del Perú y recuerda que según nuestra carta magna uno es ciudadano desde el momento de la concepción, y por eso sujeto de derechos, ante esto se pregunta
“¿Será que la madre tiene más derechos que el (la) niño(a) por nacer?, ¿en base a qué tendría más derecho a vivir que su hijo(a)?”
En tanto para el periodista y activista pro-vida Daniel Armas el aborto terapéutico es «la estrategia que han encontrado las ONGs abortistas» en su objetivo de legalizar el aborto en el Perú.
“Cuando uno revisa la causa 11 que establece lo siguiente: “cualquier otra patología que la junta médica fundamente y que ponga en riesgo la vida de la gestante o genere en su salud un mal grave y permanente” uno cae en cuenta lo considerado por la OMS que sostiene que la salud es el completo bienestar físico, mental y social”, es así, que las madres podrán abortar por un desequilibrio mental o por factores sociales apelando a factores económicos”, advierte.
Agrega que algunos médicos podrían fácilmente exagerar esos factores para dar pie a un aborto por cualquier razón, “no hace falta ser sabio para saber que al costado de las madres de bajos recursos habrán representantes de las ONGs abortistas que estarán susurrándole al oído la frase “No te preocupes, haremos como si fuese un aborto terapéutico”, precisa.
Esta preocupación es compartida por el periodista Federico Salazar, quien señala que tratándose de la decisión sobre quitar la vida a un ser humano, no puede permitirse una formulación tan vaga y subjetiva como este protocolo ya que «Ninguna junta médica está por encima del derecho a la vida».
Salazar argumenta que el énfasis está puesto en proteger legalmente al médico que practica un aborto, no en facilitar el derecho de la madre.
«Quizá por eso la guía recurre al eufemismo para hablar del aborto. Habla de los “procedimientos para la evacuación del contenido uterino” cuando quiere referirse a la destrucción del niño por venir. La guía recomienda el uso de la aspiración manual endouterina en los embarazos de riesgo hasta las 12 semanas. O sea, la destrucción del feto por succión», añade.
Pero ¿Cuáles serán las consecuencias que llevan a presentar tan férrea oposición?,
Para el P. John Cuadros las consecuencias inmediatas serán las de un aumento de abortos «legales». “Porque, aun cuando el Protocolo habla de casos en los que claramente peligra la vida de la madre, ¿cómo asegurar que esos exámenes previos sean fehacientes y bien hechos?, ¿no se prestará también esto para que por motivos de corrupción se acepten procedimientos abortivos con fines lucrativos?”
Agrega que irá introduciéndose la mentalidad de que el aborto es posible, luego se dirá que es necesario, y finalmente que es algo normal «porque la mujer tiene derecho sobre su cuerpo», o cosas así que ya ahora se están diciendo. El aumento de la mentalidad pro abortista irá creciendo como ha sucedido en varios otros lugares donde el aborto ya es legal y considerado prácticamente parte de la vida cotidiana.
Sin embargo, muchos que han manifestado su apoyo a la norma sostienen que así se defenderá la vida de la madre
Cuadros sostiene que la defensa de la vida de la madre no está ni estará nunca en cuestionamiento, porque no se trata de decidir quién vive y quien muere, sino de hacer todos los esfuerzos por salvar a los dos: ambas vidas son valiosas y ambas debe ser respetadas, cuidadas y protegidas. Admite que es cierto que podrían darse situaciones en las que aplicando tratamientos curativos a la madre gestante se pueda producir un aborto no deseado, a pesar de que se cuide lo más posible de proteger al bebé por nacer; pero advierte que
“Una cosa es que se produzca un aborto no deseado como consecuencia tangencial de un tratamiento, y otra cosa es querer eliminar una vida directamente por el riesgo (posible o real) de la vida de la madre”
Para Daniel Armas es necesario reflexionar en todos los espacios del debate público que se pueden salvar las dos vidas y que las dos vidas tienen el mismo valor “¿Por qué no se elabora un protocolo para salvar ambas vidas? O somos un país pro vida o somos un país con políticas pro muerte, no hay punto medio”, agrega.
Todos los antes mencionados y quien escribe esta nota, se unen al pedido del médico Paul Ramos, quien hace un imperioso pedido a la Ministra de Salud «Deróguelo, señora Ministra»
NdeR_ El siguiente informe ha sido elaborado por el autor con el fin de mostrar la posición de quienes están en contra del protocolo del aborto terapéutico. Dentro del equipo de Spacio Libre existen varios integrantes contrarios a esta posición siendo la línea editorial de apoyo al protocolo, sin embargo consideramos importante permitir la exposición de motivos de quienes no están a favor de esta línea, respaldando así una posición pluralista desde el primer día de existencia de Spacio Libre: Permitir que todas las voces sean expresadas, inclusive las que estén en contra de la mayoría dentro del equipo.