
Por: Vilma Huertas / @Vilma_lu
El pasado miércoles, los actores políticos involucrados en el proceso de revocación a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, firmaron el Pacto Ético Electoral, un instrumento democrático promovido por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), en el cual se comprometieron, voluntariamente, a transparentar sus gastos de campaña (información que hasta el momento se desconoce), exponer públicamente sus ideas y fundamentos sin agresiones.
Fuerza Social, Partido Popular Cristiano (PPC), Cambio Radical y el Apra fueron los partidos y agrupaciones políticas que estamparon su rúbrica; en cuanto a los representantes -además promotores- del SI a la revocatoria firmaron Marco Tulio Gutiérrez y Carlos Vidal.
Sin embargo, en el distrito de Carabayllo se vienen distribuyendo dentro de los primeros días de febrero, boletines con la finalidad de desprestigiar a la alcaldesa Susana Villarán. ¿Se cumple entonces el Pacto Ético que firmaron los revocadores?

Acusaciones sin firmas ni apellidos
Dentro de las especulaciones que contiene este afiche, acusan a Susana Villarán de racismo en el caso del mercado mayorista La Parada: “Villarán apuró por intereses políticos el desalojo abusivo de cientos de miles de comerciantes de La Parada causando cuatro muertos que la pituca no tuvo cuenta por ser cholos”, reza el panfleto.
En otros párrafos, vinculan a la alcaldesa con el experto en campañas políticas, Luis Favre alegando que el brasileño fue contratado con el propósito de maquillar su gestión. “La boda de la corrupción” “Villaran le paga a Favre la astronómica suma de dos millones de dólares, con los 200 millones de dólares que se han pagado demás por la obra vía parque Rímac. ¡QUE TAL COMISIÓN!”, dice sin remordimientos.
Por la remodelación de la playa La Herradura la llaman «pituca engreída»: “Misma pituca engreída se encaprichó a pesar de las serias advertencias de los expertos, en realizar una estúpida remodelación en el malecón de la playa La Herradura. Ahora se sabe que solo fue negociado para pagar favores políticos».

Por si no fuera poco, la acusan de robo en el caso Santa Anita: “No se puso ni un solo clavo o ladrillo sin embargo Lima pagó más de 18 millones de soles por trabajos que nunca se realizaron, denuncia penal que hoy se encuentra en el poder judicial, exigimos se metan a la cárcel a estos delincuentes que han estafado Lima”; al texto se agrega una foto de la alcaldesa con la frase: “Cárcel para esta corrupta mentirosa”
Más adelante, las calumnias continúan: “Vía Parque Rímac, el robo del siglo 2 millones de dólares”; a este título en el boletín, se agregó una caricatura que dice: “VILLARAN TE PASASTE DE RATERA ESPERAMOS QUE TE VAYAS PRESA”, con todas las mayúsculas desproporcionadas.
¿Este es el tipo de campaña limpia que realizan los revocadores? Más allá de los duros mensajes, se nota que los volantes fueron diseñados con una precisión revanchista: letras grandes, gráficos, caricaturas; sin duda toda una maquinaria de desprestigio. ¿Dónde quedo el Pacto Ético promovido por el JNE por una campaña sin insultos ni agresiones?
Hay muchas personas que son fácilmente manipuladas por las letras grandes, de colores y con dibujitos. La tinta a multicolor cuesta ¿Quién habrá invertido el dinero? De esta estrategia sucia, que se escuda en el anonimato cae una pregunta de madura: ¿Quiénes estarán detrás de estos panfletos anónimos?
