
Por: Luis Pacheco Quispe
Cuando terminan las elecciones, muchas veces nos sentimos como cuando el equipo de nuestros amores pierde. Se siente una tristeza indescriptible. «La culpa es de los jugadores que no ponen todo de sí para ganar», del técnico que no sabe elegir al jugador adecuado para cada zona. Pues bien, ahí está. ¿Conocemos a los candidatos que postulan a la alcaldía del distrito? ¿Sabemos cómo “juega”? ¿Cuál es su pasado? La decisión de quién juega para el equipo es nuestra. Somos los «detés» de los que saldrán a la cancha a representarnos.
Falta menos de un mes para las elecciones y las cosas se ponen candentes. En Lima la atención está centrada en dos o tres candidatos. Son la noticia del día a día. Los medios nos inundan con esa información. Incluso, los ciudadanos de otras regiones saben cómo es el movimiento electoral de la capital.
El interés del electorado, sin embargo, debería estar en reconocer a sus candidatos y saber de ellos, su pasado, su presente y cuál es el plan para el desarrollo de su región. Que pesado ¿no? La gente de Proética la tiene clara en ese aspecto: la corrupción no es monocromática, oscura y tenebrosa, no es manipulada por personajes oscuros escondidos en las sombras, sino que más bien tiene varios colores que nos marean y nos pintan las cosas de tal manera que cuando ya estamos ebrios de color, no sabemos qué hacen las autoridades con el dinero destinado para el desarrollo de nuestra región. Pero, como dice un spot de Proética, no podemos ser cómplices de la corrupción. Sí pues, llorar luego sobre la leche derramada no sirve de mucho.
La Comisión de Alto Nivel Anticorrupción (CAN), pudo establecer que 96% de los candidatos a los distritos y regiones del interior del país, están ligados a un pasado, o en el peor de los casos un presente, de corrupción. La propaganda de los candidatos que buscan reelección parece estar solventadas con los fondos de la misma jurisdicción a la que pertenecen.
Proética sostiene que en los distritos del interior es más difícil conseguir información de los candidatos. La ausencia del Estado, en su versión de Contraloría, hace mayor el riesgo de corrupción en estas regiones pequeñas, pero que perciben un canon atractivo. ¿Existen las personas idóneas y funcionarios capacitados en gestión pública? Tiene carácter de prioridad la obligatoriedad de gerentes públicos certificados en localidades con grandes presupuestos.
A su vez, el Instituto de Defensa Legal (IDL) cuestiona la acción del Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Sería saludable saber quiénes son y también cuál es su pasado para que no exista conflicto de intereses, que ya fueron vistos en otros casos.
La sociedad civil exige un acceso más fácil a la información de los candidatos, que llegue de la mejor manera para que existan mejores elecciones de las autoridades. Aunque a veces el ciudadano debe verse afectado o perjudicado para recién actuar. Una reacción tardía.
