Piura, Perú (Spacio Libre).- Decenas de personas realizan un plantón en los exteriores de la Corte Superior de Justicia de Piura, convocado por la Mesa Regional de Prevencion y Atencion de la Violencia de Género, para exigir justicia para Jhinna Pinchi, joven universitaria que fue llevada con engaños y obligada a prostituirse en un nightclub de la ciudad convirtiéndose en la primera víctima de trata de personas en nuestro país que denunció públicamente su caso, a pesar las constantes amenazas de muerte si hacía público su caso. El 5 de junio se cumplirá 1000 días sin hallar justicia y los culpables siguen impunes.
Desde que se denunció el caso el 10 de setiembre del 2009, hasta la fecha no se ha dictado ninguna sentencia a sus captores, especialmente al dueño del nightclub La Noche, Carlos Chávez – como señala Jhinna en su testimonio a La Noche acudían fiscales, jueces y altos mandos de la policía – que contaría con el respaldo y la protección de dichas autoridades.
La pesadilla de Jhinna comenzó en el 2007, cuando conoció a un peluquero en su natal Tarapoto, que con engaños le ofreció un trabajo en otra provincia, sin embargo, la realidad fue otra, fue vendida a Chávez y obligada a servir de compañera sexual a sus clientes. Dos años estuvo encerrada en las peores condiciones, soportando vejaciones y maltratos físicos. Pues Jhinna no era la única en esa situación, también sus compañeras, jovencitas de diferentes provincias del país – algunas de ellas ni eran mayores de edad- eran captadas de la misma manera con el cuento del trabajo seguro. Recién Jhinna logró escapar en el 2009 de aquella pesadilla que aun no acaba.