
Al hacer mención de la posición del Estado Peruano frente a las propuestas de reforma para el funcionamiento del SIDH, Albán señaló que «los comandos militares que participaron en el operativo Chavín de Huántar son considerados héroes en el Perú y en otros países (…) arriesgaron sus vidas para salvar otras y así enfrentar un acto terrorista de toma de rehenes por parte de un grupo calificado como tal, tanto en la jurisdicción interna como la internacional, grupo por lo demás responsable de crímenes de lesa humanidad, perpetrados con absoluto desprecio por la vida».
Asímismo el exdefensor del Pueblo, manifestó que «es menester que la CIDH adopte sus decisiones teniendo en consideración todos los elementos que conforman la realidad y el contexto en el que actúa un Estado en un momento determinado; es igualmente necesario que la valoración y oportunidad con la que son examinados los casos, se lleve a cabo teniendo en consideración el contexto político, social y cultural que atravesaron nuestras sociedades en la lucha contra el terrorismo».
De otro lado, aseguró que es una exigencia ética que a los miembros de Sendero Luminoso y el MRTA se les califique de terroristas, «el Perú no acepta que a los responsables de tan graves crímenes como los señalados, se les de otra calificación que no sea la de terroristas», aseveró,
Criticó también que de un tiempo a esta parte la CIDH, asuma casos y demandas de «personas responsables de graves crímenes perpetrados con extrema violencia y mediante actos de terrorismo (que) acuden a la CIDH alegando supuestas violaciones a sus derechos».
«Una tramitación de tales casos, ajena a la sensibilidad de la sociedad peruana frente a hechos que en su momento dieron lugar a sentimientos de zozobra y terror generalizado, no contribuye a una percepción positiva de la labor que desarrolla este importante órgano del sistema de protección regional de los derechos humanos».
