Universidad en el Perú y la nueva Ley Universitaria: ¿Adónde vamos? II
Ley propone que universidades deberán acreditarse para funcionar / Foto: Teinteresa.es

Universidad en el Perú y la nueva Ley Universitaria: ¿Adónde vamos? II

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Ley propone que universidades deberán acreditarse para funcionar / Foto: Teinteresa.es
Ley propone que universidades deberán acreditarse para funcionar / Foto: Teinteresa.es

Jesús Crisólogo Galván

Los docentes contratados, en su mayoría, que trabajan en más de una universidad privada, tienen que cambiar de camiseta al momento de ingresar a la institución donde les toca dictar clase. Es calco y copia de lo que se da en el nivel escolar, donde la mayoría de profesores busca trabajar, de preferenciacomo nombrado, en una institución educativa estatal y en las tardes completar la jornada en una escuela privada. Lo que en realidad no estaría mal si el docente tiene las calificaciones necesarias para tal tarea. Y referirse a calificaciones tiene que ver con responsabilidad, condiciones académicas, personales, y dedicación.

Algo que es frecuente en las universidades estatales es que los estudiantes se quejan de que sus profesores están más dedicados a su labor académica en las universidades privadas y no a la estatal porque en las primeras les pagan más. Y aunque quieran negarlo los docentes que están en esa condición, lo real es que esto lo justifican por lo económico.

Es indudable que no todos los profesores universitarios de Perú tienen la posibilidad de estar en una estatal y en una o dos universidades privadas. Factores de calidades, tiempo, distancia y horarios lo impiden.Pero en el supuesto de que se rompan las barreras de distancia, con el ahorro de tiempo respectivo, lo que no se rompe son los impedimentos legales que limitan el contrato docente hasta por 19 horas académicas a la semana. Y si bien es un impedimento legal, también es la justificación para que muchos docentes trabajen en varias universidades al mismo tiempo, donde al sumar estas horas, la lógica no existe.

¿El que un docente esté en más de una universidad es conveniente para la formación profesional, para la universidad, para el país?

Es de suponer que un docente esrequerido por más de una universidad por sus cualidades académicas, profesionales y personales, lo que prestigia, y por tanto, beneficia a la universidad que lo contrata.Y este prestigio institucional es la consecuencia del trabajo académico, de la investigación de la universidad y de los niveles de empleabilidad que alcanzan sus egresados, muestra fáctica de la buena formación universitaria. Esta reputación no se puede dar si no por sus docentes, sus estudiantes y por la misma institución universitaria que alberga a los dos primeros.

Y para que se alcance niveles más que aceptables de rendimiento académico en la universidad es necesario combinar políticas educativas externas e internas, currículo, planes de estudios, infraestructura, logística y buenos docentes que lleven a buen puerto la propuesta de la universidad. Son los docentes quienes directamente llevan adelante la formación del futuro profesional, y esto requiere tiempo, dedicación.

La universidad que no investiga, y menos promueve la investigación, es solo un remedo de universidad. Para mejorar el estado catastrófico de la investigación en el país, donde la Cayetano Heredia, la universidad que más investiga en el país, y que se ubica en el puesto 81 de América Latina y 138 de Iberoamérica, es necesario que la institución universitaria cuente con políticas y lineamientos de investigaciónviables y útiles que los docentes deben promover en las aulas. Para eso también es necesario dedicación, permanencia del personal calificado, porque la realidad demuestra que no todos los docentes tienen cualidades para la investigación. Incluso la preparación en la investigación, también requiere de permanencia e identificación institucional.

Esta permanencia que referimos promueve identidad institucional. Que el docente se involucre con el quehacer y particularidades institucionales, porque las universidades, sus docentes y sus estudiantes no son iguales. Las universidades públicas y privadas son totalmente distintas, entre nacionales son distintas y entre privadas también lo son.

La investigación requiere permanencia y tiempo, y con la dedicación y permanencia de la mayoría de docentes y universidades en la actualidad eso es una utopía. Según el último censo universitario, solo el 34,7% de los docentes son ordinarios, 58,3% son contratados y el 0,6% son docentes extraordinarios. Lo más grave es que en la universidad privada solo el 12, 6 % de los docentes son ordinarios, mientras que en las universidades públicas alcanzan el 73,4%. También en las universidades privadas los docentes contratados, por horas, son el 79,7%, mientras que en las públicas solo es el 20,6%. Los docentes extraordinarios son 0,8% y 0,3%,respectivamente.

Para la universidad pública, en muchos casos, tener más o menos docentes ordinarios depende de la coyuntura política y de los intereses de los grupos que detentan el poder político y no denecesidadesnacionales ni institucionales y mucho menos académicas. En muchas de las universidades públicas el ratio entre docentes y estudiantes es incoherente, irreal y es necesario ordenarlo. En muchas de estas universidades el ser docente ordinario es pertenecer a una casta privilegiada que en muchos casos no tiene nada que ver con méritos académicos ni personales. Lo terrible es que estas castas controlan todo y contaban con el apoyo de sus amigos de la ANR, hoy fenecido. Es justo decir que existen universidades públicas serias, tanto que de las 10 universidades en el Perú que más investigan, ocho pertenecen a este sector, donde se destaca como primera la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

En las universidades privadas hay un variopinto de realidades. Se distinguen por academia, investigación, infraestructura, población y costos. Dos de las universidades que más investigan en el país son privadas: la Cayetano Heredia y la Pontificia Universidad Católica del Perú. De sus calidades institucionales y académicas no se puede dudar. Mientras que otras universidades tienen como política institucional establecer relaciones con organismos y personalidades de coyuntura que tienen  poder político, por lo que condecoraciones y prebendas marcan sus estilos.

Muchas de estas universidades consideran que la universidad debe estar al frente de la casa del estudiante, y así como la exigencia para llegar a ella es mínima, la exigencia académica también lo es. Baratito nomás. Consecuencia de esto es que hay universidades que tienen una población que bordea los 100 mil estudiantes y más de nueve mil docentes, donde más del 90 % de estos últimos son contratados con pagos que van desde los dieciocho hasta las 25 soles, por lo que no deben ser los mejores del sistema. Solo estos hechos muestra su poca seriedad como institución educativa superior. Y ni hablar de las bibliotecas fantasmas, infraestructura precaria y recursos inexistentes.

Lo que se espera que con la nueva Ley Universitaria se acaba con los docentes nómadas y se pase al sedentarismo docente, que de alguna manera está contemplada en la nueva norma que rige el sistema universitario, y de hecho, contribuirá con el mejoramiento del sistema universitario.

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