SPACIO DEPORTIVO. Clásico es ganarte… en casa

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Foto: Internet
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Por: Carlos Bernuy F.

Cuando invitas a alguien a tu casa no esperas que se lleve algo. En el fútbol pasa lo mismo. Cuando recibes a un equipo anhelas quedarte con los tres puntos y mandarlo de vuelta a casa con el costal vacío. Bueno diganle esto a Alianza Lima que en los últimos ocho clásicos en casa no ha podido amargar a su eterno compadre porque Universitario ha ganado cuatro de esos encuentros y empatado en otras tantas ocasiones.

Conversé la tarde del lunes con Carlos Galván y me decía que está acostumbrado a esa presión. Presión, esa palabra que significa que de visitante pueden temblar las piernas, cortarse las palabras y quedarse paralizado. Nada de eso existe en la »»»»U»»»» que con jugadores como el »»»»Negro»»»», limitado en cuanto a velocidad, Orejuela pésimo en la definición o Quina de nula proyección se impuso a un equipo que tenía a un gran prospecto como Corzo, el mejor extranjero de hace dos años: Montaño y a todo un veterano en estas batallas como Jayo Legario.

Seguramente usted hincha crema dirá: Nosotros tenemos a Solano. Falso porque el »»»»Ñol»»»» sólo tocó la pelota tres veces y en una de ellas mandó el balón a la cabeza de Galliquio. En un campeonato tan largo Solano puede llegar sobre exigido al rush final del Descentralizado y eso sería un problema para los cremas. Pero volvamos a la actitud, esa de no dar una pelota por perdida o superar el miedo escénico.

Eso que Alianza Lima no tiene por vivir aún en el pasado, en ese maldito 2008 donde coqueteó con el descenso y donde cada partido en Matute era un infierno. Alianza se hace pequeño cuando ve la camiseta crema en la cancha del estadio victoriano y eso debe cambiarlo porque en una eventual definición de un título iría en desventaja. ¿Cuál es la clave para eso? algunos dicen que una goleada sería la receta perfecta, pero para llegar a eso se debe trabajar.

Con mentalidad, con seguridad, con esa fuerza que pone el comando en cada cántico. Con esos gritos que revientan la garganta y que por ahora solo escuchan cuando los cremas terminan un partido en Matute. Celebra merengue que por ahora La Victoria sigue siendo tuya.

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