Señor Chemo Del Solar
Don Chemo:
¿Que no se le está pasando la mano, mi zeñó, con eso de disimulá el genio que se trae en su cabeza?
Fíjese que eso fue lo primero que penzé cuando lo del 6-0, donde 6 eran ellos y 0 éramos nosotros, y en medio de tanta crueldá de argunos pedófilos -lo digo por los gases que emanan- tanto en la radio como en la televisión.
Pero, claro, después como que se me prendió er foco de las ideas y de la carburación cerebrá y le juro que lo capté, señor Chemo, me di cuenta de que usté, con pelota parada es más hábil todavía que con la misma en posición dinámica, quiero decir en movimiento.
Y de lo que se trata todo ezto, zeñó José, es que ar Perú nunca más se le humille en los campeonatos mundiales de fúlbol.
Porque una cosa -ya me dirán- es que nos den marcadores de bázque, como si fuera la enebeá esa de los místeres, en las imediaciones der mundiá de fúlbol y otra, pero muy otra, que nos llenen de pepas en el torneo mismo, que lo primero duele pero lo segundo queda en los anales higiénicos de la historia del fúlbol y no hay lejía que te quite la inominia.
Inominia fue el seis-cero, siendo seis de los otros y el cero de nosotro, que nos propinó er equipo del presidente Videla. Y eso ha quedao como cosa que hasta los políticos tratan y, ahora úrtimo, que dicen los del cártel de Uribe que eso fue hasta pagao por el Pablo Escobar. En fin, que ya más vergüenza no se puede sentir de la rabia que te da como te miraban los portugueses der Brazí, que son los brazileñoz, mentándote la madre a la distancia y diciendo que Perú se había vendido al presidente Videla y que por cada gol a cada uno de los beneficiaos le había tocado diez mil dólare de esa época, donde se tiene que siendo once y siendo once por diez como sientodié (sin que me malinterpreten), tenemo que los números globale de esa venta llegaron a la cifra de sientodié por seis, que e’ seis-sientos y sesenta mil dólares de esos años como cualquier matemático puede zabé.
Que hubo argo estraño en todo ello, creo que hay que ser muy burro para no pescar en el aire que argo estraño había en todo ello. ¿Se recuerda la cara de caja registradora de la marca holiveti, que esa era la moda de la tenología en esos años, que ponía er Quiroga ese cuando venían los centros de los argentinos y él salía a tomarse un café y dejaba en el área chica a ese Manzo, que se agachaba cuando el eférico lo iba a impactá como si le fueran a arrancar la cabeza? ¿Y por qué el presidente Videla, que yo nunca sabré por qué razón le decían asesino cuando en ese torneo no hubo un solo muerto, se fue al camarote de los peruanos en la mitad de los dos tiempos, entretiempo que le llaman?
En fin, que una goleada en un mundiá tiene huella histórica y e’ una mancha como la del vestido de la Legüinski esa que fumaba sus puros en el salón ová con el otro Clinton, qué me dices. Del mismo modo que nadie se orvida del 5-1 que Polonia nos empropinó en el mundiá precisamente de España, con el Lato aquel que nos hizo bailá la cueca que no queríamos bailá. Otra inominia de esas que percuden el alma, zeñó Manué.
De modo que cuando vi que los uruguayos iban y venían de nuestras áreas verdes, en donde ellos eran los que metían y nosotros los que teníamos que sacar, me di cuenta de que usted había puesto en marcha el plan V, que siempre hay que tener un plan V por los acasos que se van sucediendo y si uno es capaz de ser tático. Y ese plan V consiste en no ir al Mundiá en el sur de África para no hacer ningún ridículo y que, más bien, todo esa tragedia quede en las imediacione del torneo, o sea las eliminatorias, porque nadie tiene la contabilidad de los pepinos que uno recibe en las eliminatorias que siempre te eliminan pero, en cambio, todos tienen muy presentes los marcadores del Mundiá en sí.
Y es que en esta circunstancia que atraviesa el fúlbol peruano, que atraviesa una circunstancia indezcriptible por decir lo menos, es de sabios no ir a la cita con la muerte cuando sabes que la muerte te va a ganar y por goleada.
Y entonce, para que la Fifa no te haga lío, es mejor perdé lo más pronto y salir de este desfiladero, que si te fueras por la voluntá y no por los goles te caerían las sanciones de por vida y las cadenas perpetuas de los desafilios, que es lo peor que te puede pasar.
Y es por eso que a los 22 minutos, como dice usted, ya Perú daba el partido por terminado y los otros sesenta i ocho y pico que se jugaron eran como minutos sobreros, que daba ganas de entrar a esa cancha con un pito y terminá de una vé con ese despilfarro de tiempo y de luz eléctrica.
Claro que esa tática no se puede decir así nomás a cualquiera, sobre todo a esos periodistas que jamás lo entenderán, don Chemo, que usted de incomprendido no baja y ellos de injustos con usted no se escapan del castigo de Dió.
Porque vamos a ver, en 1930 el Perú fue invitao al Mundiá y quedó dézimo de treze en primera faze, que no está nada mal si en ese momento hubiéramos visto er futuro que se avecinaba. El asunto es que ese debú se da como no efetuado porque no estuvimo entre los trece que llegaron a Montevideo, que en esa época se llamaba así aunque no tenía televisión. Es decir que no se cuenta para la contabilidá de la gloria.
En 1934, no estuvimo; en 1938 no estuvimo; en 1938 idem y tampoco estuvimo; en los Mundiales del 42 y del 46 ni modo que podíamos presenciarnos porque no hubo Mundiales por el asunto de la secon guar que decía el Churchill ese; en 1950, no estuvimo; en 1954, no estuvimo; en 1958, no pudimos por la enliminación, o sea que no estuvimo; en 1962 tampoco estuvimo; en 1966, exactamente igual, es decir que no estuvimo; en 1974, no estuvimo; en 1986, no estuvimo; en 1990, no estuvimo; en 1994, no estuvimo; en 1998, no estuvimo; en el 2002 no estuvimo; en el 2006 no estuvimo por reincidencia contumaz y en el 2010 no vamos a estar para no perder el ritmo de la vida que uno tiene.
Donde, de 18 campeonatos de fúlbol mundial hemos estado en tres y no hemos estado (por ende) en quince y a pesar de ezo en tan pocas veces nos han metido una goliada de seis y otra de cinco. Y sin embargo hay gente que no zé qué cozas se cree, que el Perú es habitué de los mundiales como si los mundiales fueran un clú de alterne y el Perú fuese como el Miki Navaja de putañero y de esitoso con las señoras que te llevan a la planta baja.
No, pues, zeñó don Chemo, que ya es hora de que usted le diga al pueblo de este nuestro país (compartío, como ya le dije) que en el 2010 nos volveremos a salvar de la inominia haciendo lo que mejor hazemo en las competencias de la varonía que le llaman, o sea no ir, para poder decir luego, es decir, que no estuvimo y que nadie nos golió porque no estuvimo. Así de simple. Más suyo que nunca,
Platero