OPINION. El rostro indígena del IX Foro Social Mundial

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(*) Carlos E. Flores

Belem Do Pará es la capital del Estado de Pará, en Brasil. Fue la primera colonia europea en el Amazonas, y es evidentemente, una de las puertas de ingreso a la amazonía de América Latina. En este lugar, se celebró la IX Edición del Foro Social Mundial (FSM), y por esas características, este FSM tuvo un fuerte componente indígena, intercultural, multiétnico y amazónico. Ciento cincuenta mil personas, de diversos lugares del mundo, participaron en más de dos mil actividades entre mesas, talleres, conferencias magistrales, presentaciones artísticas, y otras actividades.

El FSM nació como respuesta al Foro Económico Mundial en el 2001. En la IX Edición, mientras los países de las economías más poderosas reflexionaban sobre la receta para superar la crisis financiera con más inversión, las organizaciones sociales apostadas en Belem reflexionaban sobre la crisis ambiental y la seguridad alimentaria. Cuando el Primer Ministro Turco rechazaba valientemente los abusos cometidos en Gaza; en Brasil se gritaba “Otro mundo sí es posible”.

En este evento planetario, cinco Presidentes estuvieron presentes, para conversar directamente con las organizaciones sociales. Rafael Correa de Ecuador; Evo Morales, Bolivia; Fernando Lugo, Paraguay; Hugo Chávez, Venezuela y Luis Inácio Lula Da Silva, Brasil. Cinco presidentes llamados “progresistas”, los que plantean dejar atrás los conceptos del neoliberalismo. Sin embargo, se pudo evidenciar que las organizaciones indígenas y sociales los miran con expectativa, pero con prudencia.

Un caso muy visible fue el del Presidente Rafael Correa que se presentó con discursos muy alternativos, sin mencionar el fuerte impulso de su gobierno a una Ley de Minería, que a decir de las organizaciones sociales ecuatorianas, atentará contra el medio ambiente. Incluso, las comunidades indígenas de Ecuador pidieron que se nombre persona no grata a Rafael Correa en el FSM. A Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, el más radical en sus políticas y discursos, las comunidades indígenas le cuestionan el hecho de plantear proyectos como el oleoducto transamazónico, que implica impactos ambientales y desplazamiento de sus pueblos.

Por su parte, Lula Da Silva, que ya lleva dos períodos de gobierno, tampoco fue bien recibido, sobre todo por el Movimiento Sin Tierra, que afirma que Lula ya no refleja las propuestas y demandas de las comunidades. Resultaba muy emblemático, por ejemplo, que en el Barrio Terra Firme, donde habitan cien mil personas aproximadamente – casi el mismo número de las personas que participaron en el FSM – el agua llega pocas horas al día y se trata de uno de los lugares más inseguros de Belem, solamente superado por otro barrio llamado Guamá. Pero en los días del FSM el agua llegó y la fuerte presencia policial redujo el nivel de inseguridad, sin embargo, no abrigaron esperanza los pobladores ya que una vez terminado el FSM volvieron a sentir sus carencias y temores diarios.

Cabe subrayar es la primera vez que en un FSM se haya entregado un espacio de esta naturaleza a presidentes “progresistas”. La actitud que mostraron los líderes y liderezas indígenas y sociales, puede entenderse como un “sí, crítico”, emulando la postura tomada por las y los indígenas en Ecuador al respaldar la nueva constitución finalmente aprobada. Este “sí, crítico” se entiende como un respaldo a los nuevos procesos políticos en la región, pero con la vigilancia permanente de los movimientos populares.

En esta reunión entre mandantes y mandatarios, otro de los temas que se conversó fue el IRRSA (Infraestructura de Integración Sudamericana). La finalidad de este megaproyecto es articular a las comunidades con vías de comunicación a fin de acceder a los recursos naturales como los minerales. Algunos Presidentes miraron con cierto atractivo este proyecto, pero lo expresaron tímidamente. Es el efecto, insistimos, del “sí, crítico”; las organizaciones sociales e indígenas están vigilantes, sienten que es un proceso político alternativo, pero que no debe hacer concesiones a viejas prácticas que atentan a sus derechos.

Este encuentro permite acercar la lupa a los procesos políticos en la región, ahora que se habla de “cambios”, ahora que se empiezan a consolidar procesos, unos más que otros. En EE.UU. se dijo que Obama significa el cambio, y lo mismo que en América Latina, muchos se preguntan de qué tipo de cambio estamos hablando. Y está reflexión salió a la luz luego de escuchar los discursos de los Presidentes en el FSM y compararlo con las políticas y acciones que aplican en sus países.

En principio, existe una firme decisión de los mandatarios progresistas por cambiar las formas políticas y económicas, con discursos intensos según el estilo de cada quien. Notemos que de los cinco Presidentes, tres (Correa, Morales, y Chávez) sufren las presiones de grupos económicos interesados en mantener sus beneficios, aplicando incluso golpes de estado como los vividos en Venezuela y Bolivia. Lula no ha recibido estas intensidades, por mantener una postura más bien moderada, mientras que Lugo se prepara para las fuertes reacciones de la derecha, luego de que los venciera en las elecciones del 2008 y que significó el alejamiento del poder del Partido Colorado luego de más de 50 años de gobierno.

Existen avances, luchas por defender y aplicar nuevos procesos. Pero el temor de la organizaciones sociales e indígenas es que estos procesos nuevos terminen haciendo concesiones silenciosas a ciertos grupos de poder. O que bajo discursos de “izquierda” no se den avances en la consolidación de los derechos así como políticas claras que puedan combatir la corrupción.

Hay pues, una mirada crítica que saluda los procesos políticos de nuevos vientos en América Latina. Y es una actitud de las organizaciones sociales que demuestra la misma criticidad como cuando otros Gobiernos, con impunidad y abuso, cometían violaciones a los derechos y asentían disciplinadamente los preceptos del “Consenso de Washington”, la receta sobre las políticas liberales. Ahora, el llamado “socialismos del siglo XXI” que emprendió Hugo Chávez desde el 2000, toma forma aún en la región, aunque viviendo a salto de mata por las presiones de la oposición.

Veamos cómo está el tablero político. Correa y Morales entran a procesos de elecciones generales, luego de la aprobación de sus respectivas constituciones. Chávez, propone por segunda vez una consulta popular para conseguir una enmienda en la Constitución que le permita postularse indefinidamente. En la primera vez, 2007, el pueblo venezolano le dijo que no. Recientemente se celebraron las elecciones municipales y la oposición conquistó algunas jurisdicciones, manteniendo aún una mayoría las huestes chavistas. Para algunos analistas esto puede suponer que la consulta popular del 15 de febrero para ver la enmienda a la Constitución de Venezuela puede ser adversa a Chávez. Esto significaría que Chávez abandone la Presidencia en el 2012, una situación que puede poner en riesgo todo el andamiaje por la integración latinoamericana que impulsa su gobierno con proyectos como el ALBA (Alternativa bolivariana para las Américas), el Banco del Sur, Telesur, etc.

Finalmente, este encuentro entre Presidentes y organizaciones se convirtió en una suerte de evaluación por este rostro indígena y social del FSM. Más aún cuando se cumplen 10 años de Hugo Chávez en el poder, el principal impulsor del socialismo del siglo XXI. Era una evaluación para saber qué aportes siguen impulsando en nuestra Patria Grande estos Presidentes y fue, además, una búsqueda implícita de respaldo a estos nuevos procesos políticos. No sea que se trate de una primavera progresista.

(*) Responsable de la Producción Informativa de ALER (www.aler.org)
Las fotos fueron tomadas por el Equipo de Prensa de ALER en Belem Do Pará conformado por Blanca Diego, Carlota Rojas, Cecilia Bizerra y Jessé Barbosa.

Sobre el autor

1 comentario

  1. jim morrison

    SOBRE UN POLIZONTE EN LA IZQUIERDA:
    Diga lo que diga la falsa izquierda de las ONGs derechistas financiadas por el imperio, la realidad imposible de ocultar es que el obispo Fernando Lugo ganó las elecciones del 20 de abril con notorio respaldo de la embajada norteamericana ocupada por James Cason, y con el apoyo de la prensa vinculada a la Secta Moon. Su plataforma política la constituyeron grupos de activistas vinculados a ONGs derechistas relacionadas con el NED, IAF, USAID, etc., neoliberales como el sector de Luis Alberto Castiglioni y los partidarios del desaparecido dictador Alfredo Stroessner, todos ellos disidentes del partido colorado que presentó una candidatura que no era del agrado de estos grupos de extrema derecha.
    Algunos grupos que se autoproclaman izquierdistas alegaron razones de coyuntura para seguir como furgón de cola la candidatura del obispo. La presencia de ellos constituye parte del libreto de la derecha, que los utiliza para fustigar sobre supuesta infiltración marxista en el gabinete del clérigo, aunque en realidad esté constituído en su totalidad por personeros del neoliberalismo y la embajada norteamericana.

    IZQUIERDA GESTADA EN LA EMBAJADA NORTEAMERICANA

    La totalidad los integrantes del gabinete del obispo Fernando Lugo provienen del sector de las ONGs financiadas por la embajada norteamericana. Se cuentan entre ellos a Gloria Rubín (referente en Paraguay del NED y la CIA), Camilo Soares (beneficiario de fondos de IAF y NED, favorecido del gobierno de George W. Bush) Rafael Filizzola (signatario de acuerdos con Alvaro Uribe a instancias de la ex operadora del plan Colombia Liliana Ayalde), Karina Rodríguez (de la Casa de la Juventud, que recibió 127 mil dólares de la Inter American Foundation), Liz Torres (referente de las logias de ONGs dependientes de la embajada norteamericana), Esperanza Martínez (del movimiento Tekojojá, financiado por USAID, hoy envuelto en escándalo por corrupción), Canciller Hamed Franco (del Pmas, un movimiento financiado por James Cason), el Vice-canciller Jorge Lara Castro (recibe dólares de la embajada a través de la ONG fantasma Alter Vida), Ministro de Defensa General Bareiro Spaini (hombre de la embajada norteamericana, educado en las escuelas de golpistas de Estados Unidos) o el ministro de Hacienda Dionisio Borda, antiguo responsable de las finanzas de los gobiernos corruptos y agente de la embajada norteamericana y del FMI.
    Asimismo, Fernando Lugo ha anunciado que se mantendrá la política de sometimiento al imperio nortemericano en Paraguay, y se desconoce lo tratado por Lugo en New York con referentes de la mafia ítalo-norteamericana como John Tonelli, o con el heredero del imperio petrolero que en la década de 1930 llevó a la matanza a cien mil bolivianos y paraguayos, David Rockefeller. Lo único cierto es que ofició de guía turístico en la gran manzana Conrado Pappalardo, un personaje conocido por haber operado para el Plan Cóndor y haber proveído pasaportes para el asesinato en Washington de Orlando Letelier.
    Otros cónclaves nunca aclarados por parte del obispo fueron sus reuniones con James Cason y Roger Noriega, pocos segundos después que Aleida Guevara March, hija del Che Guevara, haya abandonado la misma oficina por la misma puerta por la que entraron estos grandes amigos de Cuba y los hermanos Castro.
    No se sabe el motivo de las visitas de Christopher McMuller, subsecretario norteamericano de Asuntos del Hemisferio Occidental, al viceministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Jorge Lara Castro, un viejo favorecido de la embajada norteamericana de Asunción.

    UNA OPERACION ENCUBIERTA DE LA CIA PERFECTA

    Todo el andamiaje de la CIA y sus extensiones y derivados, como USAID, la National Endowment for Democracy y la prensa adicta al imperio, se jugó por el obispo Fernando Lugo el 20 de abril.
    En Paraguay, llamó la atención que las ONGs recibieran fuertes donaciones a partir de la llegada al país del embajador James Cason, un conocido desestabilizador apadrinado por Otto Reich. El objetivo de la operación encubierta era sufragar la alternancia en el poder, ubicando al obispo Fernando Lugo en la presidencia de Paraguay.
    Entre las numerosas organizaciones beneficiarias de estos dólares distribuidos por la administración de George W. Bush que apoyaron a la campaña del obispo, sobresalieron Gestión Local y la Casa de la Juventud, que financiaron con fondos de USAID e IAF a los movimientos Tekojoja y Pmas, como en Nicaragua la NED y otros organismos alternativos de la CIA propiciaron la elección de Violeta Chamorro en 1989.
    Las organizaciones no gubernamentales y voluntarias –lo que hoy conocemos por sociedad civil— son conocidas como una extensión de las políticas neoliberales de EE UU en todo el mundo.
    La CIA y la US Agency for International Development (USAID ó AID) tienen un protagonismo central en el esquema de promover las ideas y hechos políticos favorables al imperio, y a ellas se añadió un nuevo organismo, creado en 1983, bautizado como The National Endowment for Democracy (NED).
    En Paraguay, la NED ejerce un control total sobre la prensa mediática, a la que presenta listas indicando cuáles son los referentes políticos que puede promocionar. Son los principales referentes de la NED los propietarios de ABC color y radio Ñandutí, Aldo Zucolillo y Humberto Rubín, dueños de gran parte de lo que en el país se puede decir. En Brasil, a comienzos de los 60, se utilizaron idénticas operaciones de la CIA junto a las de la sociedad civil opuesta al gobierno, con el resultado de provocar el golpe militar de 1964 contra el presidente Joâo Goulart, que dio comienzo a 20 años de una represión política indescriptiblemente brutal.
    En fechas más recientes coordinaron un golpe mediático contra el gobierno de Raúl Cubas en Paraguay (marzo de 1999) y aceitaron a la sociedad civil de oposición al gobierno venezolano de Hugo Chávez, donde el papel de organismos gubernamentales estadounidenses, la CIA y otros como la AID y la NED detrás del fallido golpe de estado de abril de 2002 fue evidente.
    El embajador norteamericano James Cason, como un flautista de Hamelín dedicado a cantar folklore paraguayo, fue determinante para alinear a todas las ONGs y fundaciones que reciben dólares americanos detrás del clérigo-presidente, sobrino del agente de la CIA Epifanio Méndez (delatado por Agee) y que perpetúa hoy la tradición familiar.
    Entre las organizaciones aparecieron incluso grupos de feministas, que se vieron obligadas a impulsar una candidatura de un obispo católico, a pesar del clásico antagonismo con el Vaticano.
    Entre estas supuestas organizaciones civiles estuvieron las feministas de convicciones subsidiadas por USAID como las Mujeres Políticas en Red, Parlamento Mujer, Red de Mujeres Políticas, Red de Mujeres Munícipes del Paraguay (RMMP), Coordinadora Interpartidaria de Mujeres del Paraguay (CIMPAR),), Mujeres Políticas por la Democracia y el Desarrollo,etc.
    Son sufragadas desde la embajada norteamericana además de las redes de mujeres, Ideco (Roberto Ferreira), el Partido Demócrata Cristiano, Partido Encuentro Nacional, Patria Querida, el grupo de adherentes del Partido Unace que lidera Emma Rolón, la Red de Contralorías ciudadanas del Paraguay, la Contraloría Ciudadana de Ypané, Afosci, CIDSEP, CISNI, Fedem, Transparencia Paraguay, Semillas para la Democracia, radio Los Angeles, Radio Comunitaria de Villa Elisa, Fundación Tierra Nueva y GEAM, todos estos grupos aglutinados en el Grupo impulsor para la Regulación del Financiamiento Político en Paraguay.
    La nómina sigue con Sakã (transparencia, en guaraní), integrada por cinco organizaciones no gubernamentales, Gestión Local, vinculada al Moviendo Tekojoja. Los «proyectistas» son Raúl Monte Domecq y Guillermina Kanonnikoff).
    Otros grupos paraguayos financiados por extensiones de la CIA son Decidamos, Instituto de Geopolítica y Estudios Internacionales (IPEGEI), Radio CARITAS, Mujeres Por la Democracia, Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos Fundación Paraguaya para la Cooperación y Desarrollo, Centro de Estudios Democráticos (CED), Centro de Información y Recursos para el Desarrollo, Instituto de derecho y Economía Ambiental, Centro de Estudios y Formación para el Ecodesarrollo, Asociación de Empresarios, Comité Paraguay-Kansas, Asociación Afro Paraguaya Kamba Cua, Centro Interdisciplinario de Derecho Social y Economía Política, Fundación Arlequín Teatro», Casa de la Juventud – Paraguay, cuna del Pmas de Camilo Soares, Cooperativa La Norteña y la Escuela Agrícola de Carumbey, Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales.
    En el marco de la campaña pro-obispo, maletines de George W. Bush ingresaron en forma encubierta en Paraguay, yendo a parar a los bolsillos de los partidarios del obispo de los pobres y teólogo de la liberación, el marxista clérigo-presidente Fernando Lugo.
    Por ejemplo, los 45,226.96 dólares que en nombre del Plan Umbral recibió recientemente la guevarista Casa de la Juventud (ONG que recauda para el PMas) de mano de organismos imperialistas bajo control de George W. Bush, supuestamente para enseñar a estudiantes secundarios algo fundamental: «identificar la corrupción» en Paraguay. Se suma el dinero a los 127.000 con que anteriormente les benefició la IAF. Se añaden en el mismo contexto las fuertes sumas que recibe Gestión Local, ONG cuyos responsables son a la vez financistas de Tekojoja, o los 132.700 dólares que en el 2006 recibió la Fundación Arlequín Tetro (refugio de organizadores de manifestaciones contra la actual administración municipal) para objetivos tan relacionados con el arte escénico como «ayudar a adolescentes de centros educativos a identificar, estudiar, discutir y atender las prioridades de la comunidad». Debemos agregar los 116.300 dólares de George W. Bush recibidos en el 2006 por el CIDSEP, los 95.000 dólares recibidos por la Fundación paraguaya para la Cooperación y Desarrollo del ex intendente Martín Burt, los 94.000 depositados a nombre de la ADEC, los 27.500 donados a la CPES de Domingo Rivarola, los 164.404 aportados a la CED, o las importantes donaciones que reciben el CIRD de Agustín Carrizosa para «apoyar a las organizaciones de la sociedad civil», la IDEA de Patricia Abed, o los sensibles ecologistas de Alter Vida como Jorge Lara Castro.
    Como puede advertirse, la lista es bastante extensa y garantiza un amplio control sobre la «sociedad civil» paraguaya. No es la victoria electoral del Obispo Fernando Lugo la primera operación exitosa de la NED, USAID y la CIA en Paraguay, que ya actuó en Paraguay con eficacia varias veces. Por ejemplo, cuando en 1989 se derrumbaba la Unión Soviética, y con ella la propaganda con que el dictador Alfredo Stroessner justificaba sus abusos, se aseguró de promover un cambio a la medida de los intereses imperialistas, limpiando expedientes y ubicando en la presidencia a un célebre narcotraficante.
    El mismo año el gobierno norteamericano invirtió mil millones de dólares en el triunfo de Violeta Chamorro en Nicaragua, imponiendo así una jefa de estado con los billetes provenientes de la National Endowment for Democracy, un inofensivo organismo llamado a tomar la posta de la CIA desde 1983.
    Considerando inminente el fin de Stroessner, el imperio norteamericano se movilizó en ese entonces para impedir que sus adversarios tomen las riendas a su caída, para lo cual se apresuró a ganar para su causa a los disidentes con una muy buena remuneración.
    El encargado de distribuír los dólares para «el cambio» fue el Dr. Carl Gershman, presidente de la NED. La Freedom House funcionó como un embudo por donde pasaron los fondos que concedía la NED, y gran parte de ellos fueron a parar a los bolsillos de los comunicadores destacados.
    Radio Ñandutí, a través de la Casa de la Libertad, recibió importantes sumas de dinero de la National Endowment for Democracy (NED). Leonard Sussman, agente de la CIA y Director Ejecutivo de la Casa de la Libertad, realizó una visita a Paraguay a fines de 1987, guiado por Humberto Rubín, estableciendo contactos con varias organizaciones que luego recibirían fondos de la NED. El objetivo era «madurar» la idea del cambio.
    A partir de entonces, estos organismos promovieron la estructuración de un andamiaje que hoy controla todo lo que en Paraguay se puede decir, paradójicamente con la coartada de que defienden la libertad de expresión.
    Un organismo es la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), a la que acompaña Cerneco. Reciben con frecuencia los auspicios de USAID. Por ejemplo, el «Foro por la libertad de expresión», organizado por la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP) y CERNECO en noviembre de 2004, fue auspiciada por la USAID (Agencia Internacional de desarrollo de los Estados Unidos). A este «Foro» asistió el señor Kevin Goldberg, «experto norteamericano en Libertad de Expresión y Derecho a la Información». Otro apéndice de la embajada norteamericana es el Centro de Regulación, Normas y Estudios de la Comunicación (CERNECO), fundado en 1990. Humberto Rubin, vinculado con la Nacional Endowment for Democracy (NED), fue presidente de CERNECO entre 1992-2002.
    CERNECO proclama que «Surgió como un medio para canalizar inquietudes, ideales y el espíritu de servicio y progreso de un grupo de personas vinculadas al campo de la comunicación masiva».
    Se formó una línea de acción que enfocaba el tema del Código de Ética, que regulaba la conducta de los propios medios de comunicación, de las empresas anunciantes y de las agencias de publicidad. Integraron la comisión pro-Código de Ética: Carlos Jorge Biedermann, Rufo Medina e Ilde Silvero. Rufo Medina e Ilde Silvero son empleados de Aldo Zuccolillo, dueño del diario ABC Color. En cuanto a Carlos Jorge Biedermann, basta con señalar que es yerno del general de la «Operación Cóndor», Guillermo Federico Clebsch, egresado de la Escuela de las Américas, detalle que alcanza para conocer cuál es la tendencia de su «ética»
    Otra organización vinculada a este grupo es CONAR: Consejo de Autorregulación Publicitaria de CERNECO, un ente privado cuyo objetivo es la autorregulación de la publicidad, proponiendo a través de sus recomendaciones, que los mensajes publicitarios se encuadren dentro de los principios de la legalidad, honestidad, decencia y veracidad».
    Toda esa estructura estuvo al servicio del Obispo Fernando Lugo, en una operación magistralmente coordinada por el desestabilizador estrella de George W. Bush, James Cason, y presentada ante la prensa mediática y los incautos como «un gran triunfo de la izquierda». Lo que se dice una perfecta operación encubierta de la CIA en Paraguay.

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