
Por: Carlos E. Flores
Cuando el ex banquero y pre candidato presidencial Guillermo Lasso (CREO) (1) propuso, como parte de su campaña electoral, aumentar el Bono de Desarrollo Humano (bono de la pobreza) de 35 a 50 dólares no sospechó que el candidato presidente Rafael Correa acogería la idea. En conferencias de prensa, Lasso manifestó sentirse satisfecho. Sin embargo, con el pasar de los días, su sonrisa cambió a un entrecejo bien fruncido afirmando que se trataría de una «ley venganza» contra los banqueros, en referencia al proyecto de ley de Redistribución del Gasto Social que permitirá el incremento del bono a partir del 2013. La propuesta, planteada por el Presidente Correa, ya está en la Asamblea Nacional.
Hay dos perspectivas entre ambas propuestas. Lasso sustentaba el aumento del bono en base a la plata que actualmente se destina para la publicidad estatal. Correa afirmó que el aumento no sería posible con esa lógica, entonces planteó, con proyecto de ley bajo el brazo, que parte de las utilidades de la banca sustenten el aumento a 50 dólares del bono. Concretamente, que el 54% del incremento del bono vendría de las ganancias del sistema financiero, mientras que un 46% sería por parte del estado.
Las y los banqueros sudaron frío. Piden el archivo de la propuesta.
Hace rato que no se escuchaban propuestas «revolucionarias». Me parece, con riesgo a equivocarme, que es la primera vez en América Latina que el aumento de un subsidio provenga, en buena parte, desde las utilidades de la banca privada. El gobierno afirma que ha llegado la hora de que se «socialicen las ganancias y no solo las pérdidas», recordando el «feriado bancario» (2) vivido en Ecuador a fines del noventa, cuyos números rojos fueron asumidos por el estado. Por otra parte, no faltan personajes que en el debate coyuntural hablen de «estatización de la banca». Nada comparable a la medida propuesta por el ex presidente Alan García, en 1987, cuando planteó «estatizar y nacionalizar» todo el sistema financiero como una medida para luchar contra las desigualdades sociales y económicas del Perú, aunque existan otras lecturas al respecto. El Congreso peruano de la época no aprobó la medida.
No obstante, la medida merece el debate amplio. En su blog, la ex Ministra de Coordinación de la Política Económica, Katiuska King, señala que es deseable el aumento del bono así como la regulación del monto de las utilidades de la banca pero agrega que «En lo que no estoy de acuerdo es en tomar la medida sin analizar lo que pasa con el gasto permanente, ni lo que está pasando actualmente con la recaudación tributaria, ni como la medida puede afectar a la actividad económica futura». King se pregunta «¿Se está pensando en la medida de forma integral?, o ¿es solo una medida parche para financiar el incremento del Bono? Pareciera una respuesta política, sin pensar en sus consecuencias, al candidato ex banquero que no supo hacer bien los cálculos».
Como para poner la cereza al pastel, la propuesta de ley de Redistribución de Gasto Social precisa una serie de reformas tributarias al sistema financiero entre las que está fijar salarios máximos a los administradores y representantes legales de los bancos. Es decir, ponerle un techo al salario de los banqueros. El Presidente Correa, en su habitual informe de los sábados, dijo, con cuadro en mano, que hay directivos que ganan entre 20 mil y 70 mil dólares mensuales, mientras que el promedio de un trabajador es de 800 dólares al mes.
Guillermo Lasso, ex banquero, ex gobernador del Guayas y ex ministro de economía de Jamil Mahuad, nunca imaginó el impacto de una propuesta cuyos cálculos no estaban bien hechos. Coincido con King.
(1) CREO, es el movimiento político que postulará a Guillermo Lasso para las presidenciales del 2013 en Ecuador.
(2) El Feriado bancario fue el congelamiento de los depósitos de ecuatorianos y ecuatorianas a finales del noventa durante el gobierno de Jamil Mahuad.