Pekín, China (Spacio Libre/Univisión).- Pekín estaba sumida en la bruma este viernes, dos semanas antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de los que será sede del 8 al 24 de agosto, y registraba un índice oficial de «contaminación ligera».
«A veces, hay una neblina pero, en realidad, la calidad del aire es buena», aseguró no obstante a la AFP Sun Weide, portavoz del comité organización de los Juegos de Pekín (BOCOG).
«Nuestra confianza se basa en diez años de esfuerzos» para mejorar la calidad del aire, y «ahora estamos poniendo en práctica un programa para garantizar un aire puro durante los Juegos», añadió.
El plan para purificar el aire se aceleró el pasado fin de semana con la puesta en marcha del sistema de circulación alterna, después de retirar de las calles de la capital 300.000 vehículos demasiado contaminantes y de cerrar varias fábricas en los alrededores de Pekín.
Pero desde el miércoles la tradicional bruma envuelve de nuevo la ciudad y este viernes el íncide de contaminación rondaba los 130, un nivel considerado como el umbral de la «contaminación ligera». El pasado domingo, el primer día de las restricciones del tráfico, el índice cayó a 65.
Du Shaozhong, jefe adjunto de la Oficina de Protección del Medioambiente de Pekín, declaró a la prensa este viernes que la emisión de los principales agentes contaminantes, como el dióxido de carbono, había descendido un 20% desde el 1 de julio.
La contaminación es una de las principales amenazas de los Juegos y el año pasado, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Jacques Rogge no descartó que hubiera que aplazar algunas pruebas de resistencia en caso de contaminación demasiado elevada.
El bicampeón olímpico de 10.000 metros, el etíope Haile Gebreselassie, renunció incluso a correr la maratón de los Juegos Olímpicos por «la humedad y la contaminación» que podrían agravar su asma, aunque en principio correrá los 10 km.
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