
Por: Javier Contreras / @Javiperiodismo
En el Museo de la Nación en San Isidro, se vivió una noche llena de gratitud, admiración y emoción, pues se distinguió a los maestros más destacados del año con Las Palmas Magisteriales que es el reconocimiento que el Estado otorga, cada año, a quienes han contribuido al progreso de la educación, la ciencia, la cultura, la tecnología y el desarrollo.
La ministra de Educación, Patricia Salas O’Brien, presidió la ceremonia como Canciller de la Orden y la acompañaron los viceminitros de Gestión Pedagógica e Institucional, Martín Vegas Torres y Fernando Bolaños Galdos y la ministra de Inclusión Social, Carolina Trivelli.
Este año fueron 15 los que recibieron la distinción en los Grados de Amauta, Maestro y Educador.
En el Grado máximo de Amauta, a los profesionales de excepcional relieve que contribuyen a los fines generales de la educación y cuya obra es considerada un aporte significativo al desarrollo del país, fueron premiados: Julio Cotler Dolberg, Juan Inchaústegui Vargas, Elsa Fung Sánchez, Rosario Valdeavellano Roca Rey y Patricia Mc Lauchlan de Arregui.
En el Grado de Maestro, por sus aportes a la mejora de la educación en sus diferentes departamentos, los distinguidos fueron: Elizabeth Evans Risco, Fabián Rucano Páucar, Martín Manya Ambur, Carlos Munares Falconí y Francisco Pauro Quille.
Y en el Grado de Educador, por su entrega en las aulas y conducta intachable en el ejercicio pedagógico: Víctor Casa Huahuasoncco, Selmira Cruz Gómez, Daniel Quispe De la Torre, Gloria De los Ríos Orellana y Doris Silva León.
Tras entregar las Palmas Magisteriales la ministra de Educación destacó que ellos orienten su labor educadora movilizando y generando mejores condiciones en el aula para los estudiantes del país.
“El Estado peruano está honrando a sus maestros y maestras. Con este reconocimiento les dice que las aulas son lo más importante que tiene el sistema educativo”, aseveró.
Salas destacó el esfuerzo de los galardonados en la investigación a favor de las políticas públicas y precisó que los directores están recogiendo los modelos y el esfuerzo de los profesionales en Educación.
“Pensar en el Perú es un desafío que tenemos en la educación peruana, alentar a todos para seguir adelante y pensar en su país, comprometiendo su futuro a partir de la evaluación”, acotó.

Añadió que es un privilegio para el Minedu poder representar al Estado peruano al reconocer el trabajo de los maestros, comprometiéndonos a seguir trabajando para que la labor sea mejor y enfatizó que el objetivo es entregar a los estudiantes una educación de calidad con equidad.
En otro momento, Selmira Cruz reconocida con las Palmas Magisteriales en el grado de Educador, Selmira Cruz Gómez expresó su agradecimiento resaltando la labor de los docentes como generadores de grandes cambios y transformaciones.
“Estoy plenamente convencida que a través del desarrollo de la persona podemos lograr que el país surja hacia el desarrollo y se dirija a grandes metas. Sin los estudiantes en el aula no somos nada. Me apasiona trabajar en el aula. Al escuchar la risa de mis estudiantes, las tristezas, las experiencias y las travesuras, eso me hace vivir. Si ellos no estuvieran no me sentiría viva, me apasiona ser maestra y lo hago por vocación”.

Lo propio hicieron los profesionales reconocidos en el grado de Maestro, Martín Manya Ambur y el Amauta, Julio Cotler Dolberg, que destacaron los aportes de quienes recibieron las Palmas Magisteriales.
Otros notables
Cabe resaltar que, desde su creación en 1949, las Palmas Magisteriales fueron otorgadas a personajes ilustres que destacaron en la historia peruana como Julio C. Tello, Raúl Porras Barrenechea, María Reiche Neumann, Jorge Basadre, Luis E. Valcárcel, Santiago Antúnez de Mayolo, entre otros.
