Familiares del caso La Cantuta en la búsqueda de restos en Cieneguilla / Foto: Miguel Gutiérrez
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Luego de 30 años se identificaron los restos de cuatro de los nueve estudiantes de la universidad Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta, secuestrados y ejecutados por agentes del grupo Colina en el año 1992.

Los restos de Dora Oyague, Marcelino Rosales, Bertila Lozano y Felipe Flores, se suman al de Robert Teodoro Espinoza y Enrique Ortiz Perea, cuyos restos óseos fueron hallados en las fosas de Huachipa, con una llave que abría el cuarto de la residencia en la sede de la universidad La Cantuta.

Los cuatro restos que han sido identificados fueron repatriados de Inglaterra, destino al cual fueron enviados en 1993 para el análisis respectivo.

Sin embargo, la entonces Fiscal de la Nación, Blanca Nélida Colán, que trabajaba para el régimen fujimorista solo autorizó la identificación de uno de los restos, el perteneciente a Flores Chipana.

Según informa el diario La República, este lunes 8 de mayo, el fiscal a cargo del caso, Luis Enrique Valdivia, junto al biólogo forense Carlos Tello «informaron a los familiares de los estudiantes y el profesor asesinados. La madre y la tía de Dora Oyague no pudieron contener sus lágrimas al escuchar su nombre, a pesar de que ambas tenían la convicción, desde hace años, de que la habían asesinado como a sus demás compañeros de estudio».

LA BÚSQUEDA DE JUSTICIA CONTINÚA

Gisela Ortiz Perea, hermana de Enrique y representante de los familiares de las víctimas del caso La Cantuta declaró que “Aún nos faltan cuatro. El Estado debe continuar con la búsqueda. Está pendiente una diligencia más en Cieneguilla y se tiene que realizar de una vez. Llevamos esperando 32 años”, puntualizó

En declaraciones al diario La República, Ortiz recordó que en el caso del docente Hugo Muñoz solo se practicó una comparación preliminar con un par de pies adultos hallados en Cieneguilla, uno de los cuales presentaba una dislocación tal como le ocurrió al profesor.

Gisela Ortiz y Carmen Amaro, hermanas de Luis Enrique y Armando, respectivamente, incansables luchadoras en busca de justicia por los asesinados y desaparecidos de La Cantuta / Foto: YouTube
Gisela Ortiz y Carmen Amaro, hermanas de Luis Enrique y Armando, respectivamente. Incansables luchadoras en busca de justicia del caso La Cantuta / Foto: YouTube

El fiscal Valdivia informó a las familias, que en la búsqueda de restos en las fosas de Cieneguilla el año pasado se halló un hueso de codo que tras ser sometido a los análisis de ADN se determinó que pertenecen a Armando Amaro Cóndor, hijo de Raida Cóndor, quien sigue en la búsqueda de los restos de su hijo y de una justicia que aún no termina de concretarse.

LA ESPERANZA QUE NUNCA CESA

En diálogo con Spacio Libre, Gisela Ortiz consideró que encontrar los restos en Londres «es importante porque parte de los restos encontrados en Cieneguilla fueron enviados para identificar a nuestros familiares desaparecidos. Después de 30 años, regresarlos al país cuando ya se pensaban nuevamente desaparecidos fue reconfortante«.

Ortiz Pera señala que las identificaciones obtenidas son una respuesta importante y necesaria para los familiares, toda vez que «Las identificaciones que se han obtenido son una respuesta importante, necesaria para los familiares, saber que, aunque sea una partecita muy pequeña de su familiar, está ahí. Acaba con la incertidumbre».

La representante de los familiares del caso La Cantuta advierte que este hallazgo no es todo ni es el final de un proceso, pues aún está pendiente encontrar la totalidad de los restos de las 10 víctimas y este es un trabajo que se debe culminar en Cieneguilla, aunque para eso falta presupuesto.

«Están programadas siete semanas de trabajo que pueden significar unos 150 mil soles por el alquiler de maquinaria pesada, pero el Estado tiene obligación de agotar la búsqueda y responder a los familiares. La falta de presupuesto no puede ser una razón para detener la búsqueda o para que los familiares esperemos un año más por esa diligencia. Todos queremos cerrar un duelo tan prolongado y para eso se necesita terminar de buscar», señaló.

LOS RESTOS OLVIDADOS DE LA CANTUTA

Como se recuerda, la valija con las muestras perdidas en Inglaterra fue ubicada el año pasado en la ciudad de Birmingham, en el archivo del Servicio de Ciencias Forenses de dicha localidad.

La Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) fue la encargada de realizar la búsqueda y las gestiones para repatriar estos restos que fueron dados por perdidos desde el año 1993.

Cabe resaltar, tal como lo ha manifestado Gisela Ortiz que esto no marca el fin del camino, pues se debe continuar con la búsqueda.

Consultada si han tenido la oportunidad de dialogar con el ministro de Justicia, Daniel Maurate o con su antecesor, José Tello, Ortiz afirma que no ha habido un contacto directo pues ellos realizan las coordinaciones con la Dirección de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Minjus.

«Sé que ellos han obtenido un presupuesto de 70 mil soles para 3 semanas de trabajo pero no es suficiente. En las anteriores diligencias también fueron ellos quienes pusieron el presupuesto. Aquí hay obligación del Estado en su conjunto: Ministerio Público, ejecutivo. Ojalá algún ministerio como vivienda o transportes pudiera facilitar maquinaria pesada», concluye con un atisbo de esperanza.

Foto de portada: Miguel Gutiérrez / Fotografía y Memoria

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