
Lima, Perú (Spacio Libre).- Mujer valiente. Sabía que la revolución no debía ser muerte. Sabía que la violencia se vence de pie. María Elena Moyano muere cada 15 de febrero en contra del fundamentalismo terrorista, a favor de los derechos humanos de hombres y mujeres, hermanos. Deja dos huérfanos: uno de diez, uno de ocho.
Ya van 21 muertes, y algunos jóvenes pecan de juventud y gritan «amnistía» sin saber que un comando terrorista de Sendero Luminoso (PCP-SL) aniquiló a María Elena cuando iba al Vaso de Leche. Tenía 33 años y muchas batallas encima. La mataron, la dinamitaron y la despedazaron para asustar a quienes la seguían. No lo lograron. Los senderistas viven en celdas y ella en el recuerdo.
Andes de morir, había sido acusada de revisionista y «colchón» del sistema. El senderismo se encargó de difundir rumores de corrupción en la Federación Popular de Mujeres de Villa el Salvador (Fepomuves) que Moyano presidía, además se le había acusado de estar aliada con el gobierno y querer aprovecharse del pueblo de Villa el Salvador.
Un día antes de su muerte, el 14 de febrero, tras anunciarse el Paro armado de parte del PCP-SL, María Elena Moyano encabezó la «Marcha por la paz» para manifestarse en contra de la violencia que propugnaba el movimiento terrorista.
A 21 años de su muerte, se le hará homenaje en la tierra en la que luchó: Villa el Salvador dedica todo el día, desde las ocho de la mañana, a diversas actividades que incluyen el izamiento de la bandera peruana en su honor hasta una ceremonia solemne a las 18:00 horas, que incluirá la entrega de un plato recordatorio a la madre de la expresidenta de la Fepomuves y la colocación de un arreglo floral a los pies de su monumento. A las 20:00 horas, en el local de la federación se realizará una exposición llamada «Recordando a María Elena Moyano». En el homenaje estará presente el alcalde Iñigo Peralta.

Seguirán pasando los años y todavía se escuchará a la multitud que acompañó el ataúd blanco: «¡No matarás, ni con hambre ni con balas, no matarás!».
Por: Leonardo Cárdenas / @epidemor