Jefa de Sunat: El Porsche fue adquirido por «necesidad»

NdeR: Editarle una sola letra a este artículo de IDL Reporteros, sería quitarle un buen pedazo a la carne de esta noticia, por ello dejamos la transcripción completa tal cual aparece en su web.

Foto: IDL Reporteros
Lima, Perú (IDL Reporteros)“…Soy una mujer austera, un carro de lujo nunca me ha impresionado” dijo la superintendenta de la SUNAT Nahil Hirsh a Paola Ugaz, de IDL-Reporteros, en una entrevista sostenida en la SUNAT, el miércoles 3 al mediodía.

La razón por la que, pese a su impermeabilidad al lujo, Hirsh terminó autoadjudicándose un Porsche Cayenne Turbo y no, digamos, un Yaris, fue, según dijo, por necesidad.

“El tema no es el lujo, es la necesidad que tú tienes y ante esa necesidad tenias un vehículo disponible”, dijo Hirsh. Por una feliz coincidencia, ese vehículo disponible es el que el presidente de la República había identificado poco antes como epítome del consumo suntuario que concita la sospecha.

Jefa de la SUNAT se desplaza en lujoso automóvil pese a medidas de austeridad

Chofer de Hirsch toma fotos a periodistas desde el famoso Porsche. Foto: IDL Reporteros
Lima, Perú (Spacio Libre con info de IDL Reporteros).- La tan mentada austeridad estatal, promovida por Alan García desde que ingresó al gobierno en el año 2006 y con la cual pretendió marcar distancia de su predecesor Alejandro Toledo, a quien se le acusó de frívolo y gastador, parece tener excepciones entre algunos funcionarios del Estado.

Al menos, eso se desprende de la nota publicada hoy por IDL-Reporteros, según la cual la jefa de la SUNAT Nahil Hirsch, usa un lujoso auto Porsche Cayenne, adjudicado por la SUNAT para su uso personal, junto a otros cuatro vehículos acondicionados para el uso del despacho de Hirsch.

El Porsche adquirido por SUNAT, con dinero de todos los contribuyentes tiene un costo entre 90 mil y 200 mil dólares. Según reporta IDL Reporteros, dicha camioneta se encontraba en el almacén de autos decomisados por la institución y «que su predecesor, Manuel Velarde, había rechazado usar. Pero Hirsh decidió autoadjudicársela de todos modos, aunque se viera mal. Porque lo que se veía muy bien era el auto».