[Opinión] A propósito de Urresti
Los excesos verbales y las continuas apariciones de Urresti ¿para qué sirven? / Foto: El Comercio

[Opinión] A propósito de Urresti

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Los excesos verbales y las continuas apariciones de Urresti ¿para qué sirven? / Foto: El Comercio
Los excesos verbales y las continuas apariciones de Urresti ¿para qué sirven? / Foto: El Comerciocias

Por: Guillermo Pérez Herrera / @guillermoenuso

En los últimos días, un personaje de la nueva canga en la política peruana viene dando la nota periodística, para plácemes de lo mediocre y sensacionalista, que plaga mayoritariamente hoy la prensa en nuestro país.

Encendidas declaraciones y “lecciones” sobre ciudadanía, desaforados comentarios sobre “su concepto de democracia”, cual sargento disciplinado y tropero. Pareciera que con Ollanta, reverdecen los viejos tiempos del cuartel, donde ambos, “cochineros” y “criollos”, les pisaban el poncho a los más ingenuos y débiles, porque claro, en esta lógica, los “fuertes” aplastan a los “débiles”, y el “vivo vive del zonzo y el zonzo de su trabajo”, misma “La ciudad y los Perros” del Nobel Vargas Llosa, quien por añadidura, cada cierto tiempo se baja del podio de los triunfadores y se convierte en otra “carita” de la Coyuntura, y aparentemente, luego vuelve e a su nube.

Lo cierto es, que no salimos de un escenario donde los dineros del narcotráfico y de inconfesables intereses, sacan y ponen autoridades y representantes, nadie rinde cuentas al país de cómo salen por montones, los dineros, para financiar campañas millonarias, no pasa nada con prófugos, bien enlazados a los oscuros circuitos del poder subterráneo y por eso los López Meneses y compañía son más mediáticos que el presidente de la república y se dan el lujo de decir lo que no van a decir y los canales de televisión, so pretexto, de “denunciar” lo ponen más popular que Corazón Serrano (otro pop) a “Benedicto” y “Orellana”, que comparten titulares “exclusivos” con muertes en vivo, (Sí, en vivo) y con sádica predilección de sicarios sin nombre, por otros sicarios innombrables, más si son en hora que los niños todavía están despiertos y no se les puede tapar los ojos, ni taponear los oídos. El Círculo perfecto, para ir destrozando, lo poco que queda de racionalidad y salud mental.

Hoy ya es un hecho, hay narcotraficantes que serán gobernantes, desde lo más profundo del quehacer rural, hasta lo más encumbrado del jet set urbano, algunos muy abiertos en su alianza, con pistolas disfrazadas de votos, hasta los que con altanera estupidez, dicen “A ver pruebas, pruebas” y más de un juez, se sonroja, al estilo de la histórica película de Brian De Palma, “Los Intocables” (les recomiendo ver con atención el pasaje en que Eliot Ness (Kevin Costner) obliga al juez comprado, a que juzguen al archiasesino Al Capone (De Niro sensacional) no se la pierdan).

No pasó nada y a todo aquel o aquella, que se atrevió a denunciar estos hechos, se les trata de escarmentar de la peor forma posible, si se les puede embarrar, para que compartan butacas con los “bandidos” mejor, así estamos llegando, hasta donde, no sabemos, pero, mientras más tiempo pasa, la peste elimina voluntades, derrota intelectualidades y abofetea a los creyentes, haciendo pasar como ingenuos y tontos, a quienes nos atrevemos a la denuncia, a la invocación de cambio o siquiera a decir NO.

Es así como todo parece insalvable, que el pensamiento fue derrotado por el pragmatismo de la prebenda, la jugada artera o el balazo liquidador y en medio de esos escenarios, el ciudadano acorralado, por la angustia y la impotencia, voltea los ojos desesperados, a los Elidio Espinoza o similares, quien a punta de aniquilamientos de gavillas, promete “ordenar” la ciudad y darle la paz (con cristiana sepultura por supuesto), como dicen lo hacía antes, como policía en actividad, con los delincuentillos, que azotaban la ciudad de Trujillo.

Es el avance de los “feroces defensores de la justicia”, de los alguaciles del Far West norteamericano, de los “fuertes”, de los que le dicen con ironía a la ley, cual sonsonete frívolo, hoy “viral”, “creo en ella pero hago lo que quiero”.

Urresti, es precisamente, un producto debidamente concebido y fabricado, que representa todo el tráfago del fracaso, de un Estado ramplón, adocenado, centralista, enfermizamente centralista, diría yo, pues ha reproducido esta tara, en todo aquel enclave, que sea y huela a capital, no importa si es un centro poblado, un distrito, una provincia, una región o la mazamorrera capital de la república.

No importa pues, reitero, yendo en contra de la Real Academia, que este gallo, simulacro de dictadura neo uniformada, aligerada y light, esté llamado por delitos de lesa humanidad, eso nada que ver, la “REINA ENCUESTA” dice que la “ciudadanía está contenta con mi labor, y los “opinólogos”, “expertos”, me llegan al…dedo de frente que dicen tengo como cachaco”.

Sí, hoy tenemos una monarquía postmoderna, donde la ENCUESTA REINA PERO NO GOBIERNA, pero es suficiente su Consejo de Encuestadores y su Gabinete de marketeros, para que en paralelo, le digan a la sociedad quienes, donde y como deben ser sus gobernantes y no tendría nada de extraño, en este laberinto sin salida (aparente) tuviera a los “machos” a los “mata por gusto”, como los nuevos y reales gobernantes del país, claro está, con el aplauso de los residuos más recónditos del lumpen, que los seguirá financiando, para sacarse a balazos a sus cercanos competidores, del truculento botín, y el beneplácito de sedientos dueños de medios de comunicación , antes beneficiarios, que extrañan, cual adicción reprimida, las bolsas de bolsas de dólares, que en la salita del SIN del inefable, siempre gordito y elegante (¿Estará realmente preso?) Montesinos, recibían con obsesionada fruición.

p.d. Una cosa curiosa, aplico el corrector de textos de Word a las palabras desplegadas en este franciscano artículo, y me dice que no ponga “URRESTI” sino “ARRESTO” ,que dicen ¿Verdad o Coincidencia?
¡Nos vemos, escuchamos o nos escribimos!.

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