Madrid, España (Spacio Libre/El Mundo).- El espectáculo con el que se encontraron los efectivos del SUMMA cuando entraron en el avión fue dantesco. «Todo estaba lleno de cadáveres carbonizados», afirmó a elmundo.es uno de los facultativos.
Según su relato, tan sólo 23 de los pasajeros del avión pudieron salir con vida y se encuentran en estado crítico. «El resto, todos muertos», relató con amargura.
Las labores de rescate están siendo terriblemente complicadas y los bomberos tardaron mucho en poder entrar en el avión debido a las altas temperaturas que había dentro de la nave.
Los bomberos pidieron ayuda a un helicóptero de la Comunidad de Madrid para ayudarles a apagar el fuego, que se estaba extendiendo mucho. El avión, que estaba despegando, iba cargado de queroseno y al colisionar contra el suelo, el incendio se fue extendiendo por los pastos cercanos.
El incendio se bifurcó en dos focos y una gran humareda, que se podía ver desde el norte de Madrid, rodeó el aeropuerto.
«Es milagroso que haya habido supervivientes», relató un testigo presencial del accidente.
La tragedia aérea ha movilizado a un gran número de efectivos: 170 policías municipales, 70 bomberos del Ayuntamiento y 230 sanitarios del Samur se han desplazado hasta el aeropuerto de Barajas.