
Por: Alexandro Saco
El patán de la cuadra 7 de Salaverry ahora sale con la historia de que tenía autorización del Presidente para detener el avión. Si Ollanta calla frente a esta afirmación es que tiene miedo de enfrentarse al Premier Castilla, cuando lo que cabría es simplemente echar a Villena del gabinete sin las gracias por la labor cumplida. Cómo así Ollanta puede aceptar tener en su gabinete alguien que ha maltratado físicamente a una trabajadora siendo Ministro de Trabajo, gritado y vapuleado a policías y otros trabajadores. ¿O es que el Presidente está tan arrinconado que no puede poner a los ciudadanos por encima de los agentes del capital que tiene como ministros?
¿Ha dicho Villena algo en toda su gestión sobre las condiciones laborales de cierta agroindustria en la que los trabajadores ganan 27 soles por jornada, deben comprar sus herramientas y uniformes mientras que la brecha de ingresos frente a los funcionarios de esas empresas es cada vez más alucinante?, ¿qué actitud tuvo frente a los inspectores laborales del MINTRA cuando se evidenció que justamente los que deben hacer cumplir los derechos laborales de los trabajadores no gozan de éstos? Una vez más amenazar con dejarlos sin empleo, buscar someter a los que se le oponen valiéndose de su cargo. Los hechos confirman que para los trabajadores Villena es un peligro andante.Sí así tratan a la gente en público mejor ni imaginar los diálogos privados del Gabinete Castilla.
Para decirlo de una vez: ¡Oye Villena: Lárgate! Por maltratador de mujeres, por favorecer a los empresarios y amenazar a tus propios inspectores, por callar frente a condiciones indignas de trabajo, por insultar a los sindicalistas, por bloquear la ley general del trabajo, por presionar para favorecer a los que lucran con el cáncer, por acomodar a tanto reciclado en el MINTRA. Y además lárgate porque eres un topo, de esos que se subieron al carro del gobierno cuando antes del 5 de junio de 2011 calificaban a Ollanta de cualquier cosa. Vete Villena porque eres un fundamentalista neoliberal, y como todo extremista un peligro.
A estas alturas de nuestra historia autoridades como Villena no merecen tregua; lo sucedió en Arequipa es sólo la punta de un iceberg que evidencia lo que sucede en el gobierno, que no ha tenido la entereza que tanto pretendía hacernos creer el candidato Humala. Hoy la continuidad de Villena sería una explicación más que no necesita explicarse, la comprobación de la abdicación de una propuesta que nació para enfrentar también los grandes pendientes del país como el racismo, la discriminación y la violencia, pero que trasmutó en un gabinete de papel y uno de verdad dirigido por el neoliberalismo, que Castilla con su cara de nerd no puede ocultar.
