
A través del programa «Diálogo Directo» de la Coordinadora Nacional de Radio (CNR), Carrasco expresó su indignación ante la manera cómo la Marina rompió la barrera que los nativos habían implementado en Copal Urco con sogas y canoas.
El religioso insistió en que los nativos desarrollan su paralización en forma totalmente pacífica y -a diferencia del gobierno central- tienen toda la voluntad para dialogar sobre su pedido de derogatoria de una serie de decretos legislativos que facilitan la subasta de amplias zonas de la Amazonía.
«Es una falta de respeto a los seres humanos (…) son hermanos nuestros. Lo preocupante es que no se les escucha ni se les llama al diálogo. Ellos quieren dialogar», subrayó.
Refirió que el episodio resulta particularmente incómodo para los aborígenes pues, aparte de que la presencia del Estado es casi inexistente en esta parte del país, no se veía un buque de guerra desde el conflicto con Colombia.
«(Los nativos) están con miedo, pues ven un buque que les causa miedo a sus niños, mujeres y jóvenes, que nunca vieron uno en su pequeño caserío (…) ¿De cuando acá a un grupo de cien o 200 indígenas se les ha tratado así?», se preguntó.
Carrasco señaló que, desde la tarde, los nativos iniciaron el bloqueo del Napo a la altura de San Rafael, próxima al río Curaray, tal y como lo anunciara a través de la CNR, el dirigente Beltrán Sandi.
De igual modo, recordó que existe un consenso entre los religiosos de la selva respecto a que la lucha emprendida por las comunidades en defensa de sus territorios ancestrales es justa, pues sus derechos están reconocidos a través de una serie de convenios internacionales.
«Los indígenas quieren que el gobiernos los escuche. Lamentablemente, tienen que recurrir a estos bloqueos pacíficos. Sólo demandan respeto, que se les considere (…) Nuestros hermanos quieren ser parte de su desarrollo», acotó.