40 años de contaminación petrolera en Río Pastaza y el gobierno no se pronuncia
Apus revelan que siguen comiendo productos de fuentes de agua contaminadas “los ríos nos abastecen de nuestra principal fuente de alimentación”.

40 años de contaminación petrolera en Río Pastaza y el gobierno no se pronuncia

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32 apus de las comunidades indígenas de cuatro cuencas de Loreto están en Lima, para exigir al gobierno que se atienda el Estado de emergencia ambiental
32 apus de las comunidades indígenas de cuatro cuencas de Loreto están en Lima, para exigir al gobierno que se atienda el Estado de emergencia ambiental

Lima, Perú (Spacio Libre).- Pobladores que integran la Federación Indígena Quechua del Pastaza (Fediquep) denunciaron que su seguridad alimentaria está en peligro pese a la emergencia ambiental declarada por el Estado peruano desde hace 6 meses ya que desde hace 40 años sufren de contaminación petrolera de la empresa argentina Pluspetrol.

La contaminación en la cuenca del Pastaza afecta directamente a los alimentos, pues los pobladores están “obligados” a consumir los peces y el agua del río y lagunas contaminadas, porque las autoridades no han ejecutado acciones y medidas concretas para resolver este grave problema, que pone en riesgo la salud y la vida de los pueblos indígenas.

 “Estas lagunas son los únicos lugares donde pescamos todos los días, aun cuando sabemos que todo está absolutamente contaminado” manifestó el apu de la comunidad de Nuevo Andoas, Ricardo Arahuana.

Apus revelan que siguen comiendo productos de fuentes de agua contaminadas “los ríos nos abastecen de nuestra principal fuente de alimentación”.
Apus revelan que siguen comiendo productos de fuentes de agua contaminadas “los ríos nos abastecen de nuestra principal fuente de alimentación”.

Arahuana agregó que a pesar que se declaró emergencia ambiental en la zona, lo único que trajo el gobierno a través de la Dirección Regional de Salud (DIRESA) son 800 kits de 37 litros de agua cada uno, dónde ellos tienen que llenar un bidón con agua y echarle unas pastillas de cloro que debe ser batido por unos 10 minutos, sin embargo ese proceso no elimina los elementos tóxicos que tienen sus ríos por la contaminación petrolera.

“El cloro que echamos al agua no eliminan los seguimos tomando agua contaminada, la emergencia ambiental está solo en el papel” manifestó el apu.

Sebastián Uchurahua, apu de la comunidad de Alianza Capahuari comentó que consumen otros animales, además de los peces, como majaz, venado, sajino, otros, que a su vez beben del agua de las lagunas y del río altamente contaminado, a consecuencia de esta contaminación muchos pobladores tienen ronchas, dolores de cabeza y diarreas.

El apu de la Comunidad Alianza Topal, Edison Sánchez enunció que el gobierno central y el gobierno regional de Loreto se comprometieron a solucionar los problemas de seguridad alimentaria y hasta la fecha tampoco se pronuncian.

“Hace 40 años un indígena de Andoas para cazar caminaban 80 minutos, hoy en día tiene que caminar de 2 a 3 días, estamos esperando el diagnóstico social que se ha comprometido el Estado a elaborar, ese diagnóstico nos va a revelar cómo están diezmados estos pueblos, cuál es la magnitud y hasta dónde han llegado los impactos de la explotación petrolera. Si no hay en esas zonas estado de derechos estos pueblos corren el riesgo de desaparecer”, manifestó Jorge Tacuri, asesor de la Fediquep.

Afectados y un informe del Congreso que confirma el problema

Foto: Observatorio Petrolero
Foto: Observatorio Petrolero

Otras comunidades también son afectadas por esta contaminación, entre ellas están las Cuencas de los Ríos Tigre, Pastaza, Corrientes y Marañón del Congreso.

Debido a la reducción del acceso de tierras, las actividades de caza de los apus, han sido afectadas por las restricciones para ingresar libremente a zonas donde hoy existen instalaciones privadas de la empresa.

Es por eso que el informe del congreso especifica que el 97% de familias (encuestadas) quechuas del Pastaza aseguraron que actualmente es difícil acceder a los recursos de caza, que son el complemento alimenticio central de la dieta diaria.

El origen se debe al alejamiento de los animales “por el ruido de las instalaciones petroleras, los animales buscan nuevos nichos ecológicos adecuados para su reproducción”, dice el informe del Congreso.

 “Hay una amenaza contra la soberanía alimentaria de esta población, debido a la reducción de espacios de uso y aprovechamiento por parte de la empresa Pluspetrol, que repercuten en el acceso y control de recursos alimenticios”, concluye el informe.

Por: Vilma Huertas / @vilma_lu

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