
Lima, Perú (Spacio Libre).- Aunque muchos lo duden, el quechua sigue vigente ante el avance de la llamada modernidad. Así lo reafirma la reciente presentación del manual El quechua en la función policial, de los investigadores de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) Wilfredo Ardito y Gavina Córdova.
“Siempre se dice que está retrocediendo, pero el número de hablantes es mayor que en 1940. Además, tenemos bastante gente que lo sabe, lo habla; pero no se atreve a decirlo. Sin embargo, en los últimos años, el Estado ha revalorado su uso”, explica Ardito.
En los últimos años han surgido más razones que permiten hablar de una nueva era para el idioma de los incas, tales como la exigencia de las entidades regionales de manejar nuestra lengua nativa, los políticos obligados a hablar a su pueblo en los mismos términos y el arribo de más cursos e interés por conocerla. Esta lengua es hablada por más de tres millones de peruanos.
“No sé si es un renacer, pero sí hay una mayor conciencia de esta problemática, y un deleite de ciertos grupos. Aún no sabemos si se dará un fenómeno como con el vasco o el catalán, que hoy se asumen con orgullo”, aclara Ardito.
Frente a esta necesidad por tender puentes de inclusión surge el manual que el Ministerio de Cultura entregará a policías de Apurímac, Ayacucho y Cusco. Aunque Ardito señala que materiales similares podrían darse en ciudades como Lima o Arequipa “con alta presencia de migrantes”. “El quechua en estas ciudades se hace necesario para la atención en hospitales y en muchas comisarías. Sin ayuda, el quechuahablante puede sentirse desprotegido”, explica.
Otro ejemplo son los migrantes que durante los fines de semana pasean por Lima y no cuentan con puntos de información en quechua. “Aunque se ha avanzado mucho, aún hay una invisibilización de esta lengua. Lo tenemos mucho más cerca de lo que pensamos”, dice.
Por Sandra Reyes/@SandraLoiseM
