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Perú volvió a la máxima cita del fútbol mundial. Nada más.

Con fe y esperanza este equipo nos hizo vibrar. / Foto: Agencias

Por Francisco Pérez García
@franco_alsur

Y un día tenía que pasar. 35  años después clasificamos a un Mundial de fútbol. No me importa qué digan que eso no sirve para nada, no me importa que digan que eso no es útil para hacer un país, no me importa. Mientras escribo esto, mis ojos siguen lagrimeando, la voz ha desaparecido por completo y miles de pensamientos pasan por mi mente.

Recuerdo las veces que tuvimos que ganar ajustando, los momentos en que los resultados que eran evidentes no nos favorecían, cuando los rivales venían y nos pintaban la cara, cuando los visitábamos y nos avergonzaban con un fútbol superior. Me acostumbré a ver a la selección perder, el pesimismo era la opción siempre, antes de iniciar los partidos y cuando me callaban la boca y apagaban las críticas con un partidazo o un marcador, las esperanzas volvían para luego volver a caer.

Una hinchada que no arrugó / Foto: Movistar Deportes

Y estas eliminatorias no fueron diferentes. Empezamos el 2016 con altibajos, luego hundidos en la tabla, solo por encima de Bolivia y Venezuela, incluso Venezuela fue más en algún momento.  Y ahí nos quedábamos… siempre… hasta que de pronto…

Ya la historia la conocen, yo la conozco. Los triunfos tras los puntos ganados en mesa, los empates, la incursión en Argentina, el empate y el peloteo ante Colombia y luego: El dopping, el maldito resultado positivo adverso y la ausencia del capitán, del Guerrero, al que le debemos estar aquí, celebrando (vuelve pronto capi)… Luego, el miedo en Nueva Zelanda, sí, hubo miedo, los fantasmas volvieron y llegamos a Lima…

Un solo corazón, un solo sentimiento / Foto: Spacio Libre

Y de los pies de Farfán, que se cobró todas las revanchas que se debía, y que por fin se alejó de la prensa farandulera y del zapatazo de Ramos, un defensa sobrio, que se lució en todo el proceso y que esta noche hizo lo que tenía que hacer. Así 35 años de mala racha se terminaron hoy. Llegó la hora de tener recuerdos nuevos, no los borrosos de la infancia, ni los vídeos en blanco y negro. Hoy Naranjito se queda, definitivamente, en el baúl de los recuerdos. Insisto, hoy no espero que los que no quieren el fútbol me entiendan… Solo importa lo que se ha logrado hoy… Arriba Perú y nos vemos ya amaneciendo para ver los partidos desde Rusia.

Sobre el autor

Por Francisco Pérez García

Periodista por vocación, profesión y adicción (y mucho de terquedad). Egresado de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza. Fundador de Spacio Libre, interesado en toda la dinámica del periodismo digital y creyente de la (no) objetividad periodística y el enfoque con opiniones e interpretación. Especializado en temas de política y derechos humanos. Terco creyente que el país algún día cambiará y que el periodismo recuperará su función de informar y no de servir de plataforma para el mejor postor.

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