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Patricia Wiesse, integrante de la Revista Ideele, estuvo presente este viernes en Spacio Libre, por UCI Noticias, para hablar sobre la violencia contra la mujer y el caso Manta y Vilca.

 

Manifestación en el proceso judicial Manta y Vilca en el año 2016 / Foto: Karina Tamayo – Spacio Libre

Por: Alejandra García Arrunátegui
@ABGarru

‘Cuando violar a una mujer es el pan de cada día’, es el título del reciente libro publicado por Patricia Wiesse, Juan José Quispe  y Gerardo Saravia, de la Revista Ideele, que relata las violaciones sexuales del caso Manta y Vilca. Así, se exponen las historias de nueve mujeres campesinas de las comunidades de Manta y Vilca, ubicadas al sur de Huancavelica, que fueron violadas cuando tenían entre 15 y 17 años por militares, durante los años del conflicto armado interno.

«Todas estas adolescentes (entre 15 y 17 años) fueron violadas por efectivos de las Fuerzas Armadas. Ahora, después de 30 años estamos en una etapa de juicio oral, sin embargo no se sabe cuál será el resultado», advierte Patricia Wiesse al temer que este caso quede impune.

«La situación es terrible porque ellas siguen siendo ciudadanas de segunda clase, quechua hablante, en su mayoría analfabetas, que han sido estigmatizadas por sus propias familias, por los pueblos Manta y Vilca, de donde tuvieron que salir. […] La mayoría dice que los militares llevaban a estas chicas a la base bajo amenazas de si no consentían (la violación) las mataban o las acusaban de terrucas y las desaparecían en la base. Todos los testimonios coinciden en esas versiones», agregó en entrevista con Spacio Libre.

El juicio oral por el caso Manta y Vilca inició a mediados del año 2016, en la sala de audiencias de la Sala Penal Nacional. Son nueve mujeres demandantes y trece ex militares acusados, dos por autoría mediata y once por el delito contra la libertad y violación de la libertad sexual. El Ministerio Público lo considera como de lesa humanidad por lo que este caso no prescribe.

“Llegar al juicio oral ha tardado varios años”, anotó Wiesse al recordar que las nueve mujeres contaron sus casos ante las audiencias de la Comisión de la Verdad en el 2001, y “desde ese momento lo primero que se hace es ver quiénes eran estos violadores porque todos tenían seudónimos”.

Después de un arduo trabajo los 13 militares acusados fueron identificados plenamente “con nombres y apellidos”. Sin embargo, el Ministerio de Defensa no ha querido facilitar la identificación de los demás efectivos que estuvieron destacados en ese entonces en las cinco bases militares ubicadas en Manta y Vilca. “Eso también dificulta la búsqueda”.

“Desde el Ministerio (de Defensa) están poniendo todas las trabas y obstáculos posibles en el proceso. No se ve un cambio de actitud de parte del Estado, que justamente debería ponerse al lado (de las víctimas)”, señaló.

Finalmente, Wiesse reveló que existen más de 5 mil mujeres campesinas que están inscritas en el registro único de víctimas de violación sexual durante el conflicto armado interno, de las cuales solo 9 están llevando un juicio. Explicó que todavía hay mucho temor de denunciar, asimismo pocas tienen acceso a abogados que puedan defenderlas.

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